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MARÍTIMO · Tras un ejercicio 2022 marcado por la guerra de Ucrania y la crisis energética, acomete inversiones para consolidar y atraer tráficos

El Puerto de Baiona crea las condiciones para la diversificación y reactivación de los tráficos

Gracias a su ubicación a escasos kilómetros de la frontera franco-española y a su experiencia en el manejo de graneles sólidos, especialmente agroalimentarios y fertilizantes, el puerto vasco-francés de Baiona se ha convertido en una opción rentable para muchas empresas españolas del sector agroalimentario.

baiona. La Cámara de Comercio e Industria (CCI) Baiona-País Vasco, que gestiona el puerto, continúa con su programa de inversiones para reforzar la competitividad del enclave y atraer nuevas inversiones privadas. Gracias a los nuevos equipos, los operadores del Puerto de Baiona han visto mejorado el control del impacto de la manipulación de sus productos, especialmente graneles pulverulentos, evitando la pérdida de producto y mejorando la eficiencia de descarga de productos para sus clientes, todo ello con los consiguientes beneficios medioambientales.

Tráficos portuarios

La actividad del Puerto de Baiona se vio afectada en 2022 por el conflicto de Ucrania al frenar nuevos tráficos desde el Mar Negro y Rusia, así como la crisis energética, lo que provocó una caída del 15,11% al manipular un total de 2,05 millones de toneladas que el enclave vasco-francés trabaja por incrementar con inversiones y la búsqueda de nuevos tráficos.

EL DATO
2,05

millones toneladas. El Puerto de Baiona movió el pasado año un total de 2,05 millones de toneladas en un año marcado por la guerra de Ucrania y la crisis energética.

El cierre de los puertos ucranianos y las tensiones en los mercados rusos obligaron a determinados operadores (fertilizantes, acero e hidrocarburos, en especial) a buscar nuevas fuentes de suministro, enfrentados a un desequilibrio entre oferta y demanda. El inicio de año estuvo marcado por la llegada de nuevos tráficos de acero procedentes de Rusia, por lo que el puerto se vio privado de una perspectiva de crecimiento de más de 150.000 toneladas anuales. Además, el alza del precio de la energía afectó a los procesos productivos de clientes industriales, llevando a cerrar líneas de producción a finales de año.

Los operadores han visto mejorado el control del impacto de la manipulación de sus productos

Confianza en el futuro

Así, los volúmenes de la acería de Celsa cayeron un 24%; las importaciones de fertilizantes un 30% y los hidrocarburos refinados un 40%. En este clima poco propicio para nuevos proyectos, el Puerto de Baiona recibió, sin embargo, por primera vez en su historia maíz importado. De hecho, la sequía que afectó a Francia y el suroeste en 2022 explica estos cambios en los flujos.

El año 2022, por tanto, estuvo marcado por variaciones en el tráfico consecuencia directa de un fenómeno cíclico y no estructural. Por eso, el Puerto de Baiona confía en el futuro y trabaja para crear las condiciones para una reactivación del tráfico en los próximos años basada en la consolidación del tráfico existente y el desarrollo de otros nuevos.

Renovación de muelles para un mejor servicio

El Puerto Baiona sigue avanzando en su compromiso con la calidad de servicio a través de un proceso de optimización de infraestructuras que comienza a ser ya visible. La Región de Nueva Aquitania inició a a finales de marzo la tercera y última fase de la reestructuración de sus muelles en el área de Blancpignon con la reconstrucción del muelle Armand Gommès.

Esta obra mejorará la integración de las actividades portuarias en el tejido urbano, para ofrecer un medio alternativo y complementario a la carretera con el objetivo de desarrollar la intermodalidad, la actividad económica y el empleo, y mejorar la competitividad del puerto (accesibilidad, servicios, etc.). Esta operación, valorada en cerca de 24 millones de euros, permite además dar respuesta a los problemas de seguridad que plantea el muelle existente.

También se ha favorecido un diseño sostenible de la estructura. Así, el Muelle Gommès ofrecerá una línea de atraque de aproximadamente 180 metros con el objetivo final de tener un frente de atraque de unos 600 metros de longitud.

Este programa se inició tras la finalización de las obras de refuerzo del muelle Edmond Foy, que tuvieron una duración de nueve meses y un coste de 2,9 millones de euros. Con su reparación se solventa un importante problema de seguridad, ya que este muelle sufría hundimientos del terraplén desde hace varios años. Asimismo, la Región de Nueva Aquitania, a través del Puerto de Baiona, está comprometida desde hace años en un proceso de mejora de las condiciones ambientales en el perímetro del estuario del Adour.