Durante estos días, la institución, acompañada de una representación de las empresas que operan en el puerto, ha mantenido interesantes encuentros con las principales navieras, armadores, transitarios y brokers para continuar impulsando estos tráficos en Sevilla.
El puerto de Sevilla es un “espacio estratégico para el movimiento de carga de proyecto”, subraya la APS. Por un lado, dispone de una amplia superficie, no sólo para coordinar la operativa de carga y descarga, sino también para la ubicación de los centros de producción de grandes piezas. Un ejemplo es el polígono industrial de Astilleros, en el que empresas como GRI Towers, Tecade o Megusa fabrican grandes estructuras para viaductos, plataformas o torres eólicas off shore y las mueven desde el puerto.
Por otro, el puerto cuenta con grúas y maquinaria de gran capacidad de carga, así como con operadores logísticos que prestan un servicio especializado en estos tráficos.
En 2018 el puerto de Sevilla movió más de 20 buques con mercancías de grandes dimensiones desde los muelles de Armamento, Centenario, Norte, Tablada y la Terminal Portuaria Esclusa.
Para 2019 las industrias de Astilleros prevén nuevos embarques, por lo que las perspectivas son muy positivas. En el caso de Megusa, en estos meses exportará 12 piezas de acero de 29 metros de longitud para la pasarela peatonal que conectará el muelle de Sanapú con Las Canteras, en las Palmas de Gran Canaria. Estas estructuras saldrán en barco desde puerto de Sevilla en la línea semanal que conecta Sevilla con las Islas Canarias.
Por su parte, GRI Towers inició en marzo la primera operativa logística para la recepción, almacenamiento y distribución de productos eólicos en sus instalaciones de Astilleros, impulsando este enclave como hub logístico de productos eólicos.
El modelo de negocio del puerto de Sevilla promueve nuevos tráficos como la carga de proyecto e integra la actividad logística, industrial y portuaria para potenciar el desarrollo del tejido productivo de Sevilla y la generación de carga.