Las empresas del sector agroalimentario de Tarragona exigieron ayer a la Autoridad Portuaria que deje de mostrarse como neutrales ante el problema de la liberalización de la estiba ya que se puede provocar un colapso en las importaciones necesarias debido a la sequía.
Tarragona. Los representantes de la Asociación Catalana de Fabricantes de Alimentos Compuestos (ASFAC), de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE), de La Llotja de Cereales de Barcelona y de la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC) reivindicaron ayer la necesidad de una solución a corto plazo al conflicto de la estiba en Tarragona.
“El Puerto de Tarragona siempre ha hecho crecer el sector primario en España gracias a la importación y exportación de los productos agroalimentarios que cada día entran por el Puerto de Tarragona”, declaró Xavier Solanes, vicepresidente de ASFAC.
Las descargas están demorándose como mínimo 10 días e incluso se llegan a alcanzar las 3 semanas, duplicándose el coste medio de descarga por tonelada
El actual conflicto de la estiba en Tarragona, fruto del tira y afloja entre empresas y sindicatos en torno al futuro del CPE, está suponiendo que las demoras de descarga de los buques sean de, como mínimo, 10 días, llegándose recientemente a alcanzar las tres semanas de espera de los buques atracados y está provocando a las empresas importadoras unas pérdidas de 600.000 euros por día de demora. En este sentido, “las empresas importadoras han visto aumentar el coste medio del precio por tonelada, que se ha multiplicado por dos, pasándose de 7 euros por tonelada, hace un año, a 15 euros por tonelada actualmente y llegándose a 20 euros por tonelada en algunos momentos”, explicó Solanes.
En este sentido, Diego Pazos, secretario general de AECEC, también declaró que, “de mayo a octubre del año pasado se desviaron 600.000 toneladas de producto a otros puertos cercanos como Valencia, Barcelona o Castellón, y, de octubre a ahora podría ser una cantidad similar”.
EL DATO
600.000
euros. Un total de 600.000 euros es el coste medio por cada día de demora en el atraque de los buques agroalimentarios en Tarragona.
Esta problemática se añade a que, este año se espera que se reduzca un 48,5% las cosechas recolectadas el año pasado, necesitando multiplicar las cantidades de importación de mercancías agroalimentarias a través del Puerto de Tarragona, lo que supondría el colapso de las terminales.
Por todo ello “exigimos a la administración competente, la AP de Tarragona, una rápida solución al problema de la estiba y para agilizar la contratación de personal externo para que aceleren los procesos y dar entrada a los 19 trabajadores formados por la AP de Tarragona” subrayó Solanes, quien culminó apuntando que “creemos que como mínimo se necesitaría una plantilla de 50 trabajadores portuarios más para poder solucionar el problema”.
Las consecuencias del conflicto
Diego Pazos, secretario general de AECEC, declaró que “la huelga encubierta de los estibadores portuarios nos ha causado un daño enorme a todos, sobre todo, los más afectados son los importadores”. Además, Pazos añadió que “deberíamos tener un ritmo de descarga de 2.000 toneladas día y ahora tenemos un ritmo de 1.000 toneladas por día. Este coste de demora lo pagan las empresas importadoras, llegándose a tener bloqueadas 12 millones de toneladas, que repercute en los importadores, fabricas de pienso y productores cárnicos. Por todo ello empezamos a tener falta de competitividad. Las exportaciones de carne han ido disminuyendo. En el último año hemos perdido mil millones en productos cárnicos y lácteos lo que ha repercutido sobre el coste de los productos”.
