VALENCIA. El sector está “comprometido desde el primer minuto” con la descarbonización y la reducción de emisiones, pero demanda una mayor atención de los organismos europeos para que la propia Comisión Europea “sea consciente de todos los pasos que está dando la industria portuaria y marítima” y de los problemas a corto, medio y largo plazo que conllevaría la implementación del ETS.
Esta ha sido la principal conclusión de la jornada organizada por Propeller Valencia, asociación de empresarios y directivos logísticos, sobre el Emissions Trading System, un sistema que ha generado inquietud porque las principales líneas navieras del mundo se plantean introducir rutas alternativas para evitar el pago de posibles costes adicionales generados por este sistema en los puertos españoles, derivando escalas a enclaves que no están sometidos a la misma normativa.
Tal y como ha quedado constatado, esta decisión de las navieras no solo podría tener el efecto opuesto al pretendido -ya que la generarse rutas alternativas habría como consecuencia un mayor número de millas navegadas y, consecuentemente, un mayor número de emisiones-, sino que también pone en riesgo la conectividad de los puertos europeos, como consecuencia del aumento de los costes en la import/export, algo que afecta a la competitividad de las industrias europeas.
En la jornada han intervenido Alfredo Soler, presidente de Propeller Valencia; Manuel Arana, director de Planificación y Desarrollo de Puertos del Estado; y Marcos González Álvarez, adjunto a la Dirección General de la Comisión DG Clima B.4.3. Tras las intervenciones ha tenido lugar una mesa redonda en la que han intervenido, además, Gerardo Landaluce presidente de la Autoridad Portuaria de Bahía de Algeciras; José Luis Romero, secretario general de ANESCO; Gracia Cicuéndez, responsable de Estudios Económicos de Cámara Valencia; José Boix, Branch Manager COSCO Shipping Lines Spain; Antonio Torregrosa, director general de la Fundación Valenciaport; y Carlos Ruiz Fonseca, secretario de la Comisión Economía Azul de CEOE.
Tras esbozar la importancia de los puertos para la economía, Alfredo Soler ha recalcado que el hecho de que las navieras desvíen parte de sus tráficos consigue “el efecto contrario, ya que se navegan más millas y se contamina más”. Tras explicar el impacto que la actividad de un puerto como Valencia tiene en su entorno en cuanto a creación de riqueza y puestos de trabajo, ha advertido que “nos empobrecemos como continente, y ha pedido que la normativa ambiental “sea homogénea”.
Manuel Arana ha mostrado su preocupación por ser “el país de la UE más expuesto al ETS” y porque las alternativas portuarias “ya están activas y muy cerca de nuestros puertos”. Asimismo, ha insistido en que tanto el tráfico de transbordo como el transporte marítimo de corta distancia se va a ver afectado, alertando además de la “distorsión del mercado y la competencia”. Por otro lado, ha recordado que las navieras “encaminan la carga” y ha denunciado la descompensación entre los calendarios internacionales para aplicar las nuevas normativas ambientales, pidiendo “homogeneizar” dichos calendarios.
Por su parte, Marcos González ha recordado que “el ETS premia a quien se descarboniza primero” y ha subrayado que esa descarbonización creará toda una cadena de valor nueva. “El resultado de una directiva es el resultado de una negociación”, ha afirmado, y ha puesto en valor el establecimiento de la figura de “puertos transparentes”. Tras enfatizar que “nos tomamos en serio la fuga de carbono, siempre se identificó ese riesgo, ha asegurado que la Comisión Europea está “lista” para tomar medidas en caso de que haya una fuga generalizada de tráficos, aunque ha matizado que “hay otros factores además del ETS que afectan a la competitividad de los puertos”. Y ha advertido: “Aunque habrá una revisión en 2026, no aplicar la legislación que se acordó hace un año es un mensaje negativo para nuestras relaciones internacionales y para el propio sector, ya que afecta a la seguridad en las inversiones”.