Un estudio elaborado por la consultora Oxford Economics, a partir de una investigación realizada por investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, destaca el escaso impacto de la actividad de cruceros en la calidad del aire en Barcelona y Palma.
BARCELONA. El informe también respalda las tesis recogidas por otros estudios que apuntan al tráfico rodado y al uso de doméstico como factores determinantes en el deterioro de la calidad del aire.
Según Oxford Economics, incluso si el Port de Barcelona y el puerto de Palma superaran su capacidad en cuanto a barcos de crucero atracados de forma simultánea se refiere, los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx), de partículas en suspensión (PM10) y de óxidos de azufre (SOx) se mantendrían en los parámetros favorables de calidad del aire establecidos por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
“Hemos empleado modelos de aprendizaje automático para estimar en qué medida las diferentes fuentes de contaminación impactan sobre la calidad del aire en diferentes localizaciones dentro del área metropolitana. Para ello, hemos combinado las medidas in-situ de concentración de contaminantes del aire con las condiciones meteorológicas y con datos sobre la intensidad de tráfico para cada uno de los modos de transporte considerados (rodado, marítimo y aéreo)”, explica el equipo de investigadores de la URV encargado de realizar la investigación.
En contraste con metodologías clásicas que requieren inventarios de emisiones detallados, esta aproximación “permite obtener de forma relativamente directa modelos matemáticos capaces de estimar el rol de la actividad de los cruceros sobre la calidad del aire que se respira en distintos puntos de la ciudad”, aclara.
Como conclusión, los investigadores afirman que “los resultados obtenidos muestran que la contribución de los cruceros a la contaminación atmosférica en los distintos puntos de análisis dentro de ambas ciudades es limitada, siendo el tráfico rodado el principal responsable de los elevados niveles de contaminación”.
“Estos datos acreditan nuevamente mínimo impacto del tráfico de cruceros en la contaminación aérea de las ciudades, argumento defendido incansablemente por la industria, apoyándose en numerosos estudios independientes”, señala el director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA en sus siglas en inglés) en España, Alfredo Serrano, quien añade que “el carácter científico y riguroso del estudio de la URV, así como la metodología innovadora basada en la inteligencia artificial/machine learning le otorga un gran valor, a la vez que muestra los resultados del esfuerzo y las inversiones que la industria está acometiendo desde hace años para reducir su huella medioambiental”. No obstante, “no nos conformamos; seguiremos trabajando para reducir aún más nuestras emisiones e impulsando la investigación de tecnologías y prácticas que nos permitan avanzar en nuestra travesía hacia las cero emisiones netas”, afirma.
Avance tecnológico
En su trabajo, Oxford Economics recuerda que la industria de cruceros impulsa la investigación y la adopción de prácticas medioambientales e innovadoras tecnologías que benefician al conjunto de la industria marítima.
La consultora califica como “claves” para mejorar el rendimiento medioambiental de los barcos de cruceros las siguientes iniciativas puestas en marcha: el incremento del número de especificaciones en materia de sostenibilidad de las nuevas construcciones; el equipamiento con nuevas tecnologías y la mejora de las existentes en los que buques que ya están operando y la inversión tanto en tecnologías verdes (a bordo y tierra) como en combustibles más limpios.