Después de un año de constantes tira y afloja, el CPEV y los representantes sindicales no han sido capaces de llegar a un consenso en la que era la última baza antes de que sea la justicia la que decida acerca del inicio del proceso de formación para la implementación del Sistema Navis N4.
Durante todo este proceso, ambas partes se han acusado mutuamente de bloquear las negociaciones. El CPE Valencia emitía en la mañana de ayer un comunicado donde reiteraba que la negativa de los sindicatos a iniciar el proceso formativo “vulnera la legalidad”, mientras que las fuentes sindicales consultadas por Diario del Puerto mantienen que ayer fueron las empresas las que se han negado a mantener la negociación.
De hecho, estas mismas fuentes aseguran que el Comité de Empresa ofreció ayer dos vías para desbloquear la situación. Una de ellas pasaría por establecer un calendario de negociación para resolver la cuestión de las tareas y funciones a realizar, mientras que la otra sería un encuentro en el que abordar el proceso formativo. Ambas propuestas, según el Comité de Empresa, “han recibido la negativa de la patronal”.
Con todo, desde el Centro Portuario de Empleo confían en que sea un juez quien aclare “cualquier discrepancia o interpretación de la ley” para que pueda iniciarse la formación una vez que el Comité de Empresa acate la resolución judicial, siempre que ésta fuera favorable a los intereses empresariales.
Una nueva vuelta de tuercaEl Comité de Empresa reconoce abiertamente que toda esta situación, de no resolverse, desembocará en un “conflicto”, que podría derivar con toda probabilidad en la presentación de un preaviso de huelga.
Aunque es una posibilidad que está encima de la mesa, el Comité de Empresa, tal y como ha podido confirmar Diario del Puerto y al cierre de esta edición, de momento no habría presentado ese preaviso, aunque el fracaso de ayer en el Tribunal de Arbitraje Laboral de la Comunitat Valenciana no hace sino aumentar la presión en los muelles valencianos.
EL DATO
1.500El proceso de formación que en estos momentos se mantiene bloquedo afectaría a los alrededor de 1.500 estibadores que componen la plantilla del Centro Portuario de Empleo de Valencia.
Tareas y funciones
La dirección del CPEV “tampoco entiende por qué motivo el Comité de Empresa se niega a que la discusión sobre las funciones y tareas a realizar por el personal portuario tras la implantación del sistema cuente con la presencia de un observador designado por parte de la Autoridad Portuaria de Valencia”, aseguraban ayer las empresas en el comunicado.
En este punto ambas partes también se lanzan acusaciones mutuas, ya que los sindicatos han afirmado en reiteradas ocasiones que han sido las propias terminales las que pidieron la figura de la mediación y las que, posteriormente, desecharon esa posibilidad.
Desde el CPEV aseguran que los sindicatos están “instrumentalizando el bloqueo de la formación NAVIS N4 con el fin de conseguir la realización de unas tareas que no vienen recogidas en la ley de Puertos y que, por tanto, las empresas pueden continuar realizándolas con su plantilla”.
Al respecto, el Comité de Empresa ha mantenido desde el principio que antes de iniciarse el proceso formativo “deberían pactarse esas tareas y funciones”, algo a lo que según las fuentes sindicales consultadas “se comprometió el Consejo de Administración del CPE Valencia desde el principio”.
El desacuerdo del TAL, un nuevo fracaso más31 de octubre de 2019. El CPE Valencia presenta el sistema Navis N4 al Comité de Empresa y anuncia la intención de CSP Iberian Valencia Terminal y APM Terminals Valencia de implantarlo e iniciar el Plan de Formación. Este es el punto inicial de un conflicto que ha ido creciendo hasta el desenlace de ayer, en el que la vía judicial se impone ante la incapacidad de las partes para llegar a un acuerdo.
Un repaso a lo que ha sucedido hasta ayer puede servir para contextualizar un conflicto que, si bien parece tener tintes muy locales, no es menos cierto que se enmarca en un contexto en el que la tensión en el sector de la estiba a nivel nacional ha ido en aumento.
En diciembre del pasado año, el CPE Valencia da la voz de alarma al Comité de Empresa ante el incumplimiento de los plazos para la formación de monitores. Este primer fuego parece que logra apagarse dos días después, ya que la Comisión Paritaria anuncia que la formación comenzará el 13 de enero de 2020.
Sin embargo, ese mismo día, y siempre según la versión de las empresas, el presidente del Comité de empresa solicita que se suspenda la formación. Un mes después, el órgano sindical solicita el mantenimiento de los puestos de trabajo, algo a lo que las empresas se comprometen a cumplir. Este es uno de los pocos puntos en los que, por el momento, coinciden ambas partes.
La irrupción del Covid-19 deja en suspenso el conflicto, ya que el 11 de marzo se cancelan todas las acciones formativas ante los planes de contingencia para paliar los efectos de la pandemia en la operativa portuaria.
El conflicto queda en suspenso tres meses, y el 19 de junio se presenta un nuevo proyecto de formación de e-learning, fijando la fecha del 27 de julio para el inicio de la formación. Ese mismo día, el Comité de Empresa paraliza la formación, lo que desemboca en una reunión el 5 de agosto de la Comisión Paritaria Local para abordar el conflicto. Al no haber acuerdo, y con las vacaciones de verano de por medio, se dejan pasar unas semanas hasta el 1 de septiembre, momento en el que la Comisión Paritaria Sectorial analiza la situación.
Tras no haber avances, las empresas interponen una demanda de conflicto colectivo por parte del CPE ante el Tribunal de Arbitraje Laboral y solicitud del trámite de mediación y conciliación previo, un paso que ayer ya se dio y que acabará en la vía judicial.