Ya ostentó la presidencia de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. ¿Cómo ha cambiado el puerto en este tiempo?
El Puerto no sólo es el presidente, sino toda su comunidad portuaria y las iniciativas que se desarrollan. Mi anterior etapa fue de un escaso año y medio. Muchas de las cosas que dejé se han ido consolidando, como la playa de Valleseco, que en unos meses será una realidad. Estos años se ha apostado por el tráfico de cruceros, aunque quizá no se haya potenciado suficiente la actividad comercial de la autoridad portuaria, que quiero relanzar en mi mandato. En general, he encontrado un puerto mejor que el que dejé, no voy a lanzar ninguna piedra sobre nadie. El anterior presidente, que entendía el Puerto como una institución que tiene que avanzar, implementó muchas cosas, y muchas buenas.
Entiendo que no está descontento con el trabajo de su predecesor.
Sería injusto no reconocer el trabajo que han hecho otros, te guste más o menos. Cada presidente da importancia a ciertas cosas, pero eso es una cuestión muy personal. Desde luego, se han hecho cosas buenas en el Puerto. Se han dejado de hacer otras, que yo sí quiero recuperar. Pero esa es la impronta que le puede dar un presidente, y después convencer a la gente de que la estrategia y el camino es el que tú indicas. El anterior presidente, Carlos González, con el que presumo de tener una buena amistad, lo hizo con su criterio y avanzando en muchos aspectos.