Valencia. La ruta profesional de María González Moraleda se ha ido forjando en la naviera española donde siempre encontró la complicidad y apoyo que necesitaba para, “con tesón, coraje, fuerza de voluntad e iniciativa”, alcanzar sus metas.
Valencia. La ruta profesional de María González Moraleda se ha ido forjando en la naviera española donde siempre encontró la complicidad y apoyo que necesitaba para, “con tesón, coraje, fuerza de voluntad e iniciativa”, alcanzar sus metas.
Nombre: María González Moraleda.
Formación académica: carrera de Náutica, capitán de la Marina Mercante.
Cargo actual: capitán del ferry “Passió per Formentera”, de Baleària, que realiza la ruta del Estrecho.
Pero volvamos al inicio. El sector del transporte marítimo es un gran desconocido para la sociedad, así que, ¿cómo y por qué llegó al sector? ¿Lo conocía?
Pues llegué por casualidad. Nunca en mi vida pensé que terminaría en el sector marítimo. Mi hermana gemela era una enamorada del mar y trabajaba en Baleària allá por el año 2005. Yo la visitaba de vez en cuando y pasaba unos días con ella. Un día, tuve problemas en la empresa en la que trabajaba en el sector de Marketing y Publicidad y, gracias a ella, embarqué en Baleària para cambiar de aires y desde aquel entonces el mar me llamó. Así que tengo que decir que llegué al sector marítimo gracias a mi hermana.
¿Podría comentarnos brevemente cómo ha sido su trayectoria profesional?
Sinceramente, el tiempo ha pasado volando, comencé de auxiliar de pasaje y de ahí a jefa de cabina. En ese momento decidí estudiar la carrera de Náutica y al terminar el primer año de carrera ya ejercía de alumna de puente. En cuanto terminé la carrera y mis prácticas, embarqué de 3º oficial de puente y así fui subiendo de puesto hasta llegar a tener el mando como capitán en el buque “Passió per Formentera”.
Desde que comenzó a formar parte de la familia portuaria, ¿ha sentido que se hayan producido cambios en el trato a las mujeres?
En mi caso, sólo puedo decir que en ningún momento me he sentido diferente ni he recibido un trato distinto por ser mujer. Ni antes, ni ahora. Es más, la primera vez que embarqué como oficial en el año 2013 tenía tres compañeras oficiales.
Ahora hablemos de experiencias profesionales, del día a día. ¿Ha vivido alguna anécdota simpática?
Como anécdota simpática siempre recordaré con mucho cariño el poder conocer a bordo al gran cantante Raphael, el cual admiraba y admiro muchísimo. Esta profesión me ha permitido conocer a grandes profesionales en diferentes ámbitos, pero aquella ocasión fue muy especial porque gracias a trabajar donde trabajo tuve el placer de ser invitada por él mismo a su concierto en las Murallas Reales de Ceuta.
¿Y alguna situación compleja?
Por otro lado, situaciones complejas vivimos constantemente en este trabajo. Por desgracia, nos encontramos con frecuencia a inmigrantes que intentan cruzar el Estrecho de cualquier manera, ya sea a nado, en una rueda o una tabla de surf.
¿Qué referente o referentes la inspiraron para alcanzar la meta de ser capitán de la Marina Mercante?
Para ser sincera, ninguno. Mi meta para llegar a ser capitán de la Marina Mercante han sido mi tesón, mi afán de superación, mi coraje, fuerza de voluntad e iniciativa. Y por supuesto una promesa que me hice a mí misma, de llegar hasta donde estoy hoy día por mi hermana.
Poco conocimiento del sector y de las profesiones vinculadas a él, dificultades con la conciliación, masculinización de algunos puestos... ¿cuál cree que es el problema de que no lleguen nuevos profesionales al transporte?
La juventud de hoy día no es como la de nuestra época. Hoy se tiende a aguantar poco y el sector marítimo requiere unas prácticas muy sacrificadas y entregadas. El tener que estar embarcado bastante tiempo, sin ver a tus seres queridos, y un sueldo menos competitivo que antaño hace que muchos jóvenes se inclinen por otros sectores.
¿Qué podríamos hacer para que más mujeres trabajaran en el transporte marítimo?
No puedo hablar en nombre de todo el sector, pero sí que puedo compartir mi experiencia y decir que, hoy día, la mujer que quiera trabajar en este sector porque le guste, sólo tiene que formarse como cualquier marino y demostrar su valía. Y puedo confirmar que en Baleària buscamos talento y la pasión profesional, inherentemente de la condición de género, por encima de cualquier otro valor o aptitud.