En la entrada en servicio del PCF que tuvo lugar el pasado lunes, se inspeccionaron diez contenedores que llegaron en la línea regular de Containerships con parada en la terminal que gestiona Yilport en la dársena de Caneliñas. En las tareas, que consisten en un análisis aleatorio de la carga y comprobaciónde su estado de conservación y si se corresponde con lo declarado, participaron la Autoridad Portuaria, Aduanas, Sanidad Exterior, Soivre (perteneciente al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo), fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y personal de la terminal y la naviera.El edificio del PCF dispone de una superficie aproximada de 500 metros cuadrados y está equipado con tres cámaras frigoríficas de primer nivel y oficinas para que realicen su trabajo los técnicos de los diferentes ministerios que intervienen en estos procesos de control. Además, las instalaciones posibilitan que se realicen en mejores condiciones tareas que ya se estaban llevando a cabo en el puerto interior, como las de control de productos de origen vegetal destinados al consumo de animales.
La AP ya ha comenzado los trámites para la ampliación del PCF, que está previsto que a principios del 2021 duplique su capacidad.