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El cazador cazado

Acostumbrado como está el fotógrafo a situarse al otro lado de la cámara, buscando siempre el mejor enfoque o la perspectiva más espectacular, sorprende encontrar que alguien, en un momento determinado, haya considerado que el objeto noticioso y curioso sea en este caso el mismo fotógrafo. Como se observa en la imagen es un trabajo no apto para el miedo o el vértigo, pero es que solo desde este ángulo se consiguen imágenes diferentes. Subirse a estas alturas es valorar un poco más el trabajo de quienes día a día se suben a estos gigantes de metal y también, por qué no decirlo, nos recuerda que somos una gran insignificancia. Tranquilos que no hace falta que se suban para contemplar el panorama, que ya lo hacemos nosotros.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 19:22