Según fuentes de la Asociación Española para la Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia (SPC-Spain) existen muy buenas perspectivas de cara a lograr dicha financiación europea y contribuir a poner en marcha un proyecto que se considera trascendental para el impulso del SSS.En este sentido, los cuatro países que integran el proyecto, España, Italia, Francia y Portugal, están convencidos de la utilidad de la herramienta del “ecobono” como principio, pero hasta su materialización queda la compleja tarea de definir el cómo debe ser ese ecobono.De ahí el estudio promovido, para el que se han solicitado fondos CEF y que, según fuentes de la SPC-Spain, va a tener que definir qué tipo de ayudas son las que comprende (% sobre el flete, cantidad fija por camión...), en qué tipo de servicios los transportistas pueden recibir las ayudas o cómo debe ser conceptuada administrativamente esa ayuda para que no tengan la consideración de ayuda de Estado.Igualmente deberá definir jurídicamente conceptos como el de usuario o receptor de la ayuda; deberá determinar cómo se financia el programa y de dónde sale el dinero, es decir, sólo de los estados o también de la Unión Europea; deberá proponer sistemas tecnológicos para que automáticamente se registre cada camión que es transportado por short sea shipping y que sea acreedor de la ayuda; y, por supuesto, deberá acotar cuál es el presupuesto total que puede hacer falta para aplicar al conjunto de los usuarios las ayudas.Además, es objetivo también que en el marco del estudio y en la definición por el mismo de cómo debe ser el ecobono haya un proceso de consenso con el sector y el conjunto de los intervinientes en esta cadena logística así como una interlocución con la UE y con los estados para igualmente acotar los conceptos y establecer compromisos de implantación.Se espera que de cara al verano el estudio logre la financiación europea de los fondos CEF y que sea desarrollado a lo largo de 2016 para su posterior implantación.