El capitán decidió finalizar el viaje y desplazarse a la cercana Suez Canal Container Terminal. Según han informado fuentes de la compañía, el trabajo de descarga de los contenedores está en marcha y se ha dado prioridad a la descarga de los reefers Las mismas fuentes aseguran que "en ningún momento hubo peligro de hundimiento ni riesgo para la tripulación y tampoco hay indicios de contaminación". Ahora mismo las investigaciones están en curso para establecer la causa exacta del problema. No obstante, como medida preventiva la naviera habría ordenado a sus buques de la clase E no utilizar sus propulsores de popa (donde se inició el incidente) hasta conocer los motivos exactos de la vía de agua.