Ante una concurrida audiencia, entre la que sobresalían también nombres propios de la logística vasca, María Luisa Guibert analizó la situación y perspectivas de futuro del sector portuario, poniendo de relieve la importancia en la economía española de los puertos y explicando a los directivos presentes menos familiarizados con este sector, el papel de los diversos agentes que participan en la actividad portuaria. Así, Guibert, quien preside un grupo empresarial que, con sede en el Puerto de Pasaia,ha extendido su influencia a toda la Península Ibérica, con una División Marítima que opera 11 terminales (una de ellas en Salalah, Omán) con 240 empleos directos, 9 millones de toneladas manipuladas, 4 millones de toneladas fletadas y 1.500 buques consignados; una División Ferroviaria con presencia en 17 terminales con 160 empleos directos y 4 millones de toneladas transportadas, así como una División de Outsourcing, se centró en la actividad de los operadores portuarios, un sector que "se empieza a recuperar" de la bajada de los tráficos de los últimos años y que ha experimentado "una gran concentración" empresarial, a través de una integración vertical mediante la adquisición de terminales de contenedores por las grandes navieras.Este es el caso del Puerto de Bilbao, donde COSCO se hizo con la terminal de contenedores de Noatum, en la que Algeposa, a través de su sociedad Servicios Logísticos Portuarios (SLP) controla un 20%.
Bajada de tasas
Tras detallar algunas de las principales cifras que definen al sistema portuario español y a las actividades de Algeposa Grupo, Guibert se refirió a la complejidad del negocio portuario, su fuerte regulación, los altos costes a los que deben enfrentarse los operadores portuarios y las grandes inversiones que deben afrontar para desarrollar su actividad, tanto operativa, en personal y maquinaria, como en materia concesional. En este sentido, destacó la labor desarrollada por PIPE (Plataforma de Inversores en Puertos Españoles, creada en 2013 con el fin de convertirse en una referencia de opinión dentro del sector portuario español, proponiendo cambios y mejoras para promover la competitividad, el desarrollo y la sostenibilidad de este sector. Así, Guibert respaldó las quejas de PIPE relativas a la lentitud con la que Puertos del Estado está resolviendo los expedientes de ampliación de los plazos concesionales y lamentó el "incumplimiento" del organismo público en este apartado.Asimismo, los 265 millones de euros de beneficio con los que saldó Puertos del Estado el último ejercicio, justifican a juicio de Guibert una bajada de tasas que permita a las empresas un mayor margen para acometer las cuantiosas inversiones requeridas para operar las concesiones, más aún después de varios años de crisis económica con bajadas de tráficos "que han lastrado mucho la rentabilidad de las empresas".
EstibaLos elevados costes inherentes a la actividad de los operadores portuarios fueron especialmente subrayados por María Luisa Guibert, quien destacó las diversas tasas de ocupación, uso de las instalaciones portuarias, etc.,y el elevado coste de la maquinaria. No obstante, la presidente de Algeposa Grupo se refirió al laboral como el principal coste de los operadores portuarios. La situación de la estiba ocupó, por tanto, buena parte de su intervención, en la que lamentó la falta de libertad de las empresas para organizar el trabajo, los "altos" salarios y el "difícil" acceso a la profesión.Guibert destacó la "gran profesionalidad de nuestros gruístas y maquinistas" aunque defendió ante los directivos vascos presentes en la sala que los operadores portuarios tengan también libertad para organizar el trabajo y la mano de obra al igual que la tienen las empresas del resto de sectores. "En la estiba las manos se negocian porque así lo exigen los sindicatos, cuando en cualquier otra empresa es la dirección quien organiza el trabajo", dijo Guibert, quien consideró que no se justifica que para descargar un barco de bobinas sean necesarias 10 o 12 trabajadores. "El problema de la estiba sigue encallado en la estructura laboral", añadió y volvió a pedir que las empresas tengan libertad de organización en los Centros Portuarios de Empleo (CPE) y que todos los ciudadanos "puedan acceder libremente a la profesión".
IncertidumbresSobre la situación de la negociación en el sector de la estiba, mostró su temor a que la actual situación de enquistamiento se dilate excesivamente en el tiempo y desemboque en un conflicto en los muelles que provoque el desvió de tráficos a puertos de otros países. Además, recordó la sombra de las decisiones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), admitiendo incluso su temor, e insistió en que los operadores portuarios "queremos cumplir la ley y hacer bien las cosas, con capacidad para poder organizar el trabajo". A este respecto, Guibert defendió que en los convenios se eliminen todos aquellos acuerdos contrarios que incumplan lo dispuesto en el RD 8/2017.Asimismo, María Luisa Guibert, no olvidó reclamar "un acuerdo global para todo el sector", sustentado en "una mayor visión a largo plazo, como es habitual en otros países, ya que necesitamos trabajar a 10 años vista, con una planificación a futuro que no esté condicionada por los cambios políticos ni por las decisiones del Gobierno de turno".