Desde la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) han explicado a este Diario que la idea de Royal Caribbean es llevar a cabo "una remodelación integral de la terminal para dotar a la instalación de los altos estándares de calidad del Puerto de Barcelona, ya que actualmente es la terminal más antigua y, por tanto, la menos eficiente" de todas las terminales de cruceros que hay en el enclave.El Puerto de Barcelona recuerda que "la Terminal C es una de las cinco terminales ubicadas en el muelle Adossat, donde en los próximos años se concentrará toda la actividad de cruceros" del enclave. Y precisan que, en caso de que Royal Caribbean consiga la gestión de la Terminal C, "esta sería una instalación privada como las que ya gestiona Carnival Corporation (Palacruceros y Helix Cruise Center), situadas también en el muelle Adossat".Además de las dos terminales de Carnival Corporation, MSC Cruceros ya había solicitado con anterioridad al Puerto de Barcelona la autorización para construir una terminal en el muelle Adossat por lo que Royal Caribbean era, de los grandes grupos de la industria de cruceros a nivel internacional, el único que no había pedido autorización para contar con estación marítima propia en el enclave.El hecho de contar con terminal propia en un recinto portuario ofrece a las navieras de cruceros la posibilidad de reforzar el papel de éste como puerto base, algo que encaja totalmente con la estrategia por la que apuesta Barcelona.Así, desde la autoridad portuaria catalana recuerdan que "la estrategia de futuro del Puerto de Barcelona en el ámbito de cruceros se basa en cuatro ejes clave: reforzar el rol de puerto base y potenciar la transformación de pasajeros de escala a cruceristas de turnaround; atraer inversiones de los grandes operadores de cruceros para fidelizar su actividad en Barcelona; impulsar el desarrollo sostenible del sector, incentivando la llegada de los barcos más eficientes medioambientalmente; y desestacionalizar la temporada de cruceros".