Kongsberg es una compañía internacional que ofrece sistemas y soluciones de alta tecnología para la industria gasística, marina mercante, defensa y sector aeroespacial.
La empresa tecnológica noruega tiene representación en más de 25 países con cerca de 7.000 empleados, y alcanza una facturación de 14.500 millones.
La venta corresponde a una revisión estratégica de Rolls-Royce de sus operaciones comerciales marítimas, ya anunciada en enero de 2018, explica la compañía. La venta incluye el diseño de propulsión, maquinaria de cubierta, automatización y control, una red de servicio que abarca más de 30 países y capacidad para el diseño de barcos.
Hasta la fecha, Rolls-Royce ha fabricado 1.000 buques de carga, pasajeros y pesca entregados en todo el mundo. Se incluye también la división y equipo de trabajo que estaba desarrollando los buques autónomos que permitiría una gestión remota y autónoma de las embarcaciones comerciales.
Kongsberg, a través de un acuerdo comercial, continuará teniendo acceso a los productos de Bergen Engines, que sigue siendo parte de Rolls-Royce Power Systems. La gama de motores Bergen de ambos motores diésel y gas de velocidad media es un componente clave que permitirá a Kongsberg ser un líder en el desarrollo continuo de sistemas de barcos integrados, asegura Rolls-Royce.
Kongsberg también será un importante socio y proveedor del negocio de defensa de Rolls-Royce para el suministro de productos comerciales marinos utilizados en embarcaciones navales.
Rolls-Royce Power Systems continuará suministrando motores MTU a una amplia gama de clientes en el mercado marino, incluidos los operadores de embarcaciones comerciales y yates.
Warren East, director ejecutivo de Rolls-Royce, ha explicado que esta venta "se basa en las acciones que hemos tomado en los últimos dos años para simplificar nuestro negocio. La venta de nuestro negocio marítimo comercial nos permitirá enfocarnos en nuestros tres negocios principales y en satisfacer las necesidades energéticas vitales de nuestros clientes".
Geir Håøy, consejero delegado y presidente de Kongsberg, ha señalado que la adquisición de la división marítima de Rolls-Royce convierte a Kongsberg "en un proveedor más completo de la industria marítima. La industria marítima se está globalizando cada vez más y está experimentando considerables cambios tecnológicos y orientados al mercado. Con esta adquisición fortaleceremos nuestra posición estratégica con armadores, astilleros y otros clientes y socios".
La transacción ha sido aprobada por los directorios de Rolls-Royce y Kongsberg y se espera que se haga efectiva en el primer trimestre de 2019, sujeta a la aprobación de las autoridades reguladoras.