La Organización Marítima Internacional (OMI) estudiará durante 2018 y 2019, a través del subcomité de prevención y lucha contra la contaminación (PPR) cómo garantizar la “implantación uniforme y eficaz” del límite de 0,5% de azufre en el combustible marino.En la reunión celebrada del 24 al 26 de octubre de 2017 en Londres en la 70ª sesión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 70), la OMI adoptó varias resoluciones a fin de modificar el Convenio MARPOL y dar un fuerte impulso a la responsabilidad medioambiental del transporte marítimo.Para ello, decidió rebajar el límite de contenido de azufre en el combustible de los buques del 3,5% al 0,5% para el año 2020.Aunque la OMI reconoce el “considerable esfuerzo administrativo y económico” que implica aplicar el límite del 0,5% para las empresas navieras, esta “implantación uniforme y eficaz es fundamental para las consideraciones comerciales y también para alcanzar los beneficios ambientales” que recoge la normativa y el Convenio MARPOL, explica la OMI.Si no se hiciera de tal manera, asegura la OMI, “una implantación incoherente e ineficaz aumentaría la incertidumbre relativa a la demanda de mercado real de combustible marino de 0,5% de contenido de azufre, lo que a su vez acrecentaría las dificultades en la cadena de suministro para planificar la demanda mundial de combustible marino”. “Igualmente – añade la OMI- paralizaría las inversiones en los sistemas de limpieza de los gases de escape de los explotadores de buques”. “Y lo que es también importante: podría fomentar el uso de combustible no reglamentario, adquiriendo así una ventaja comercial respecto de los buques que sí cumpliesen la normativa, produciendo una distorsión en el mercado”, asegura la organización internacional.Para la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), la implantación “uniforme y eficaz” que está estudiando la OMI “será muy difícil, a no ser que, como ya se ha probado provisionalmente, se prohíba cargar combustible con más de 0,5% de azufre a los buques que no dispongan de scrubbers o filtros”. El sector, explica ANAVE, ha sido el primero en proponer esta medida, que probablemente se adoptará definitivamente por la OMI. Con ella será mucho más fácil de controlar, en opinión de ANAVE, si un buque lleva combustible no reglamentario, con la correspondiente sanción.Otra cosa es que, como han pedido en la OMI las asociaciones navieras, asegura ANAVE, dicha prohibición vaya acompañada por unas pautas para los Estados que aseguren que se aplica de una forma lógica y razonable. Hasta el 31 de diciembre de 2019 los buques podrán utilizar HFO (Heavy Fuel Oil), el combustible comúnmente utilizado y es lógico que algunos buques tengan a 1 de enero cierto remanente de ese combustible en sus tanques.Es también posible que a día 1 de enero de 2020 no haya oferta de combustible de 0,5% de azufre en los suministros y algunos buques se vean obligados a usar HFO hasta que la oferta se adecúe a la demanda.Por tanto, afirma la asociación de navieros, debe haber un periodo de implantación flexible de esta prohibición que no tiene por qué ser muy largo, unos días o máximo algunas semanas, pero que debe existir.Actualmente, en sus diversas sesiones, el comité especializado de la OMI, PPR, está estudiando las cuestiones que puedan surgir del paso del límite de 3,5% al 0,5%; las repercusiones en el combustible y en los sistemas de máquinas que puedan resultar de utilizar un combustible con un 0,5% de azufre; y los mecanismos de control y medidas que sean necesarias para asegurar el cumplimiento y la implantación del nuevo límite fijado. De igual modo, el PPR está analizando las repercusiones para la seguridad que pueda conllevar la mezcla de combustibles a fin de cumplir el límite y otras directrices y orientaciones acerca de la garantía de calidad y la integridad de la cadena de suministro para las empresas navieras.En la última reunión celebrada en febrero de 2018, el PPR estableció un plan de trabajo para la próxima reunión que tendrá lugar del 9 al 13 de julio de 2018, que incluye, entre otras cuestiones, la elaboración del proyecto de directrices para la implantación uniforme del Convenio MARPOL. Este proyecto se podrá presentar directamente al MEPC 73 que se celebrará en octubre de 2018.El PPR pretende en julio elaborar el proyecto de enmiendas al Convenio MARPOL con vistas a que sea adoptado finalmente en la primavera de 2020, con una fecha de entrada en vigor para verano de 2021. EnmiendasLas enmiendas están relacionadas con la definición de "contenido de azufre" y los procedimientos de ensayo y verificación de las muestras de fueloil en uso.Asimismo, el PPR elaborará proyectos de enmiendas a las directrices sobre la supervisión por el estado rector del puerto, sobre la vigilancia del contenido medio de azufre a escala mundial del fueloil y directrices relativas al muestreo a bordo para la verificación del contenido de azufre, anuncia la organización. Para la OMI, una implantación uniforme del límite del contenido de azufre del 0,50% para todos los buques “garantizaría que se mantienen unas condiciones equitativas, con el resultado de que llegaría a lograrse la mejora prevista para el medio ambiente y la salud humana que se persigue”. Los óxidos de azufre, apunta la OMI, son conocidos por ser perjudiciales para la salud humana, causando síntomas respiratorios y enfermedades de los pulmones. En la atmósfera, estos óxidos pueden producir lluvia ácida, que puede a su vez provocar daños en los cultivos, bosques y especies acuáticas y repercute además en la acidificación de los océanos.Incremento de los preciosComo se explica en el recuadro de la página anterior, la caída en la demanda de HFO y el incremento de combustibles alternativos provocarán un relevante incremento en el precio de los costes. En opinión de ANAVE, el coste del transporte marítimo, que se podría hasta doblar, obligará a las navieras a incrementar sus precios para amortiguar sus costes y, con ello, la posibilidad de que las rutas regulares de tráfico marítimo disminuyan y se empiecen a utilizar otros medios de transporte más rentables. En palabras de ANAVE, “es muy difícil predecir los precios, pero se estima que se podrían incrementar al menos en un 70%”, explica la asociación. Esto quiere decir que para un granelero grande los costes pueden suponer 5 millones de dólares más al año y para un portacontenedores unos 11 millones de dólares o incluso más. A 1 de marzo de 2018, el precio del HFO en el conjunto de los 20 puertos donde se suministra más combustible se situaba en 386 dólares por tonelada. Por su parte, el marine gas oil (MGO), combustible alternativo y destilado 100% de materia fósil, costaba 633 dólares la tonelada. La diferencia entre ambos es de 247 dólares/t (64%). Esta diferencia, prevé ANAVE, se ampliará a partir del 1 de enero de 2020, cuando entre en vigor el límite establecido. Enorme incertidumbreEl cambio brusco en la demanda (entre combustibles) que se estima que se produzca entre diciembre de 2019 y enero de 2020, está provocando una “enorme incertidumbre”, asegura ANAVE. “Parece evidente que los precios de los destilados tenderán a aumentar y, en principio, que podría disminuir el precio del HFO. Pero algunos analistas creen que, al descender la demanda de HFO, habrá zonas en las que llegue a ser escaso y, en esas zonas, podría incluso subir el precio”, explica ANAVE. En este sentido, añade la asociación, “tampoco se sabe cuáles serán los precios de los nuevos combustibles mixtos, aunque se aventura que serán bastante parecidos a los de los destilados”. Además, tampoco se sabe cómo afectará a los precios del GNL, “grandes incertidumbres, que preocupan muchísimo al sector naviero en todo el mundo”, concluye la patronal.