Ahora bien, la mejora en el ránking no va acompañada de una mejora en dicha conectividad.
En 2018, España ocupó el puesto 11 en el ránking con un índice de conectividad de 86,4 puntos, mientras que en 2019 España asciende al puesto número 10 pero con un total de 84,21 puntos.
De esta forma, España mejora con respecto al resto de países pero en valor absoluto pierde 2,19 puntos.
El mejor puesto en el ranking del Índice de Conectividad de la UNCTAD para España fue en 2008, cuando nuestro país alcanzó el 6º lugar, en aquella ocasión con 81,52 puntos de nota.
Menor dinamismo
Once años después España está cuatro puestos por debajo con 3,3 puntos más, lo que indica que el resto de grandes potencias logísticas han mejorado comparativamente su conectividad de forma más dinámica que nuestro país.
Sirva como ejemplo que en 2017 España ocupaba el 8º lugar del ránking con 85,84 puntos y en 2018 bajó al puesto 11 con los citados 86,4 puntos, es decir, se perdieron dos puestos pese a la mejora de 0,56 puntos.
Ahora se gana un puesto pero se pierde conectividad y España queda muy lejos de su índice máximo.
En 2016 España logró su máxima puntuación de 88,12 puntos, de tal forma que los 84,21 puntos de 2019 están 3,9 puntos por debajo de nuestro récord y, como se ve por los datos anteriormente apuntados, sólo por encima del índice de 2015 si atendemos a los últimos cinco años.