Con España a la cabeza, un total de diez países están detrás de la Declaración impulsada el jueves en Bruselas para exigir medidas correctoras inmediatas ante el impacto del ETS.
MADRID. Tal y como adelantó el jueves diariodelpuerto.com, durante la reunión del Consejo de Ministros celebrada en Bruselas se debatió una nueva Declaración presentada por España, Italia y Portugal sobre la necesidad de mejorar la aplicación de la Directiva ETS en lo relacionado con el control de las emisiones en el transporte marítimo y ante el conocido riesgo de desvíos de tráficos a terceros países, algo que “ya se están produciendo”, se alerta desde España.
Diez Estados europeos respaldan esta iniciativa ante las consecuencias negativas que la inclusión del transporte marítimo en el EU ETS puede tener en el sector marítimo y en la competitividad de los puertos europeos.
Tal y como avanzó la patronal naviera ANAVE el jueves en una nota de prensa, Chipre, Grecia, España, Croacia, Italia, Malta, Lituania, Polonia, Portugal y Rumanía se han unido para manifestar su inquietud señalando riesgos como el desvío del tráfico marítimo a la carretera y hacia puertos no europeos y el debilitamiento de las cadenas logísticas del continente.
Según ANAVE, estos estados han advertido, en una nota enviada al Consejo, del “alto riesgo” de que el EU ETS provoque una fuga de carbono, desviando el tráfico de mercancías hacia puertos fuera del Espacio Económico Europeo.
Se busca “identificar y monitorear puertos con alto potencial de atraer tráfico desviado”
De ahí la apuesta por esta Declaración, a la que el ministro de Transportes de España, Óscar Puente, esperaba que se unieran el jueves nuevos países y en la que los diez miembros comentados han solicitado “medidas correctoras inmediatas para mitigar los efectos adversos del ETS en el transporte marítimo”.
Entre las propuestas desveladas por ANAVE destacan la revisión del sistema ETS “con criterios predictivos”. En este sentido, se propone “incorporar herramientas que analicen riesgos futuros, como la desviación de rutas o el aumento de tráfico en puertos no europeos”.
De la misma forma se reclama la ampliación de la lista de puertos en riesgo para aplicar las normativas al respecto. Así, se busca “identificar y monitorear puertos con alto potencial de atraer tráfico desviado”, para aplicar medidas correctoras.
Se alerta del cambio modal incitado desde transporte marítimo a la carretera
Además, se propone la aprobación de un “Plan de contingencia”. Se busca “diseñar, antes de junio de 2025, un plan de acción para activar medidas inmediatas si las amenazas previstas se materializan”. En particular, según recoge ANAVE, se propone: “asignar al transporte marítimo un mayor porcentaje de los fondos recaudados del sector y ajustar el ETS para tener en cuenta el resultado de las negociaciones en la OMI durante 2025 y evitar la doble imposición a las navieras”.
A todo esto hay que unir que en el marco de la fuga de carbono y pérdida de ingresos en la UE se plantea “evaluar el impacto en otros subsectores marítimos como el offshore, el de suministro de combustibles, el de cargas a granel, y también en las conexiones ro-ro y ro/pax para evitar el trasvase de mercancías hacia otros modos con más emisiones de gases de efecto invernadero”.
En este contexto, los estados firmantes se muestran “dispuestos a colaborar en soluciones internacionales que preserven tanto los objetivos climáticos como la competitividad del sector”, pero subrayan que “la acción debe ser inmediata para evitar que los problemas se conviertan en una realidad inamovible”.
Tendencias
A juicio de los diez referidos miembros de la UE ya se observan tendencias preocupantes.
Por un lado está el crecimiento de puertos vecinos no europeos. Según un informe de la Autoridad Portuaria de Algeciras, en 2024 los puertos no europeos cercanos incrementaron su capacidad operativa un 3%, mientras que los puertos europeos perdieron un 2%.
Por otro lado, se han anunciado importantes desarrollos en terminales portuarias de transbordo fuera de Europa y ajustes en los itinerarios de las navieras para minimizar las distancias reportables bajo el esquema de emisiones.
Según los Estados firmantes, esto pone en peligro la competitividad de los puertos europeos, “debilitando las cadenas logísticas y exponiendo a la región a mayores riesgos de actividades ilegales, como el contrabando y el transporte de mercancías prohibidas”.
Asimismo, los firmantes destacan el riesgo de un cambio modal hacia el transporte por carretera, que actualmente no se enfrenta a las mismas exigencias del ETS. Esta transición podría aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, socavando el objetivo de la política climática europea.
Críticas al estudio de evaluación
Los diez países que apoyan de partida la Declaración son conscientes de que en su primer informe preliminar del impacto del ETS en el transporte marítimo, la Comisión ha reconocido algunos riesgos. Ahora bien, los países critican que dicho informe “carece de proyecciones suficientes para anticiparse al impacto a largo plazo”. Y es que “actuar tarde significará un daño irreversible para los puertos europeos y sus cadenas logísticas”, se asegura en la Declaración.
Puente: “La situación actual en el ETS es irreal y momentánea; hay que hacer una monitorización real”
Durante la reunión del Consejo de Ministros celebrada el jueves en Bruselas se debatió una nueva Declaración presentada por España, Italia y Portugal sobre la necesidad de mejorar la aplicación de la Directiva ETS en lo relacionado con el control de las emisiones en el transporte marítimo y ante el conocido riesgo de desvíos de tráficos a terceros países, algo que “ya se están produciendo”, se alerta desde España.
Por ello, el ETS fue una cuestión clave en la reunión del jueves en la que, como declaró el ministro Puente, España mostró “como país del sur de Europa, su preocupación por la posible pérdida de tráficos de puertos del sur como consecuencia de la aplicación de la normativa ETS”.
“No estamos en contra, obviamente, de que esa norma exista y se aplique, pues estamos firmemente comprometidos con la descarbonización. Pero sí creemos que hay que hacer una monitorización real y proyecciones a futuro para ver las posibilidades de pérdida de tráficos y anticiparnos con medidas que garanticen que los puertos del sur de Europa no se van a ver perjudicados en beneficio de los del norte de África”, defendió Óscar Puente, quien destacó sobre la citada Declaración que “espero que un número importante de países de la Unión Europea la apoyen”, dijo el ministro, quien señaló que el objetivo de la declaración es “concienciar al conjunto de la Unión de la necesidad de estar vigilantes ante esa posible pérdida de tráfico”.
Según Puente, “es verdad que en este momento no sé está produciendo y los eventos del mar Rojo se encuentran provocando rutas alternativas que benefician precisamente a puertos del sur de Europa, los españoles entre ellos claramente. Pero esto es una situación irreal y momentánea. Cuando las cosas vuelvan a la normalidad nos encontraremos seguramente con una pérdida de tráficos”, concluyó.