FERROL. El tráfico de 2026 se estabilizaría en 2027 y 2028, con una previsión de 12,4 y 13,1 millones de toneladas, respectivamente, según la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao. Para 2025 espera un año de transición, con una ligera recuperación de los tráficos, especialmente de graneles líquidos, lo que situaría el movimiento de mercancías en torno a los 9 millones de toneladas.
Ese nuevo modelo se basa en tres pilares fundamentales. El primero, la finalización y puesta en marcha del ferrocarril que comunicará el puerto interior y el exterior, así como la renovación de las vías interiores. Esto supondrá un punto de inflexión para las dársenas ferrolanas que permitirá el movimiento de nuevos tráficos.
La infraestructura dará un impulso a la competitividad de la terminal de contenedores de Yilport, en este momento en desarrollo. Asimismo, favorecerá también otro de los puntos fuertes del puerto en Ferrol, los graneles líquidos.
Se prevé un incremento en los próximos años ya que, a los tráficos actuales, se sumarán las dos inversiones en marcha en el puerto exterior de Ferrol, las obras de Terminales Líquidos de Ferrol y la inversión de Masol. De este modo, la previsión es llegar a los cuatro millones de toneladas en el 2026.
Por último, el desarrollo de los proyectos relacionados con las energías renovables y la implantación de nuevas empresas del sector permitirán abrir un nuevo modelo de negocio que además generará valor añadido en toda la comarca.
Actualmente la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao trabaja en el desarrollo de la estrategia de futuro que permita culminar el proceso de descarbonización que ha supuesto la desaparición del que fuera el principal tráfico de las dársenas dependientes del organismo portuario, el carbón.
Asimismo, permitirá compensar el descenso experimentado en San Cibrao por las incertidumbres de Alcoa que ha movido 3,1 millones de toneladas en 2024, muy por debajo de los 5,7 millones que contabilizaba el puerto de A Mariña lucense en los años anteriores.
Son dos aspectos que han provocado, entre otras circunstancias, una contracción de los tráficos, que en el pasado 2024 se han movido en los 6,7 millones de toneladas. Una cifra que supone un 21 % menos que el ejercicio anterior, debido a una reducción en los graneles líquidos y de la actividad de la terminal de contenedores, que se ha visto afectada por la coyuntura geopolítica actual.
Así, se han movido 2.284.345 de toneladas de graneles líquidos, frente a los 3.641.606 del 2023. La mercancía general se ha quedado en 673.200 toneladas (un 32 %menos), mientras que los graneles sólidos han experimentado un buen comportamiento. Se han mantenido en los 3,7 millones, frente a los 3,8 del anterior ejercicio, 100.000 toneladas menos.
Para este 2025 las perspectivas son las de una mejoría que devolverá el movimiento al entorno de los nueve millones, con una recuperación de los graneles líquidos y el arranque delos nuevos proyectos que tendrán un reflejo a partir del próximo ejercicio, consolidando así laetapa de transición del puerto.