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FUELEU Maritime: libertad para elegir combustibles y tecnologías a desarrollar

  • Última actualización
    31 diciembre 2024 09:41

El nuevo reglamento FUELEU Maritime adopta un enfoque basado en lograr ciertos objetivos, siendo neutral en cuanto a la tecnología y metodología a implementar.

De hecho, según fuentes de la Comisión Europea, la normativa “permite la innovación y el desarrollo de nuevos combustibles sostenibles y tecnologías de conversión de energía, ofreciendo a los operadores la libertad de decidir qué combustibles y tecnologías utilizar en función de los perfiles específicos de cada buque o de cada operación”. El reglamento también prevé diferentes mecanismos de flexibilidad, que apoyan a las flotas existentes para que encuentren estrategias de cumplimiento adecuadas, y recompensa a las compañías navieras que ya han puesto en marcha medidas para afrontar este nuevo reto.

No obstante, lo cierto es que las compañías navieras van a tener -o están teniendo que hacerlo ya- que hacer frente a un aumento de los costes que, consecuentemente, van a tener que repercutir en sus clientes. Valga como ejemplo el comunicado emitido por CMA CGM recientemente, en el que informaba a sus clientes de “próximos cambios en nuestra estructura de recargos que afectarán a sus envíos desde y hacia Europa”. En ese comunicado, la naviera francesa anunciaba “un nuevo recargo por transición energética a partir del 1 de enero de 2025”, el cual “reemplazará al recargo actual del RCDE UE. Ese nuevo recargo está asociado tanto a la nueva legislación sobre combustibles como al Régimen de Comercio de Emisiones de la UE (ETS).

Por otro lado, con esta normativa tampoco se resuelve una de las peticiones que la industria naviera ha venido realizando en los últimos años a las diferentes administraciones públicas y organismos internacionales, como es saber por cuál de las actuales alternativa a los combustibles fósiles hay que decantarse con el objetivo de focalizar las inversiones para la adquisición de nuevos buques.

Hay que recordar que en estos momentos, se están desarrollando tecnologías que apuntan a la utilización del Gas Natural Licuado (GNL), amoníaco verde, metanol e incluso hidrógeno, sin descartar la puesta en marcha de motores eléctricos o incluso de métodos de propulsión relacionados con la energía eólica.