Concretamente, las futuras obras de defensa y rellenos de explanada, a concurso por 9,09 millones de euros y un plazo máximo de ejecución de 14 meses, serán las que den forma a un dique de protección en base al que se desarrollará el muelle de ribera. Los materiales requeridos para tal obra procederán del movimiento de tierras que se ejecute en el propio polígono en base al acuerdo suscrito al efecto con la sociedad Polígono Industrial de Granadilla.
Para el presidente de Puertos de Tenerife, Pedro Suárez, “disponer del muelle de ribera con su explanada anexa propiciará también el impulso de la relación puerto-ciudad en Santa Cruz de Tenerife, instalación donde se podrán liberar espacios a tal fin”.
Por otro lado, también para facilitar la materialización del resto de elementos del nuevo puerto se hace necesario plantear una primera fase de urbanización, a ejecutar en coordinación con los trabajos en desarrollo y que básicamente consiste en la materialización de cinco vías y una nueva glorieta, además de la adaptación de las dos ya existentes.