Aunque 2020 fue un año tremendamente complicado, que nos dejó un descenso del tráfico de mercancías de un 11 % con respecto a 2019, hemos sabido recuperarnos y contamos, en la actualidad, con unas cifras muy positivas que nos sitúan de nuevo en niveles similares a los de ese periodo en el que, por cierto, se registró la segunda mejor cifra de la historia del puerto.
Esta mejoría se debe, en parte, al trabajo de nuestra comunidad portuaria, que día a día se esfuerza por hacer de nuestro puerto un lugar atractivo para el movimiento de todo tipo de mercancías y ofrecer al tejido empresarial cántabro y al resto de nuestro hinterland cada vez más opciones para poder desarrollar su actividad en un entorno de máxima profesionalidad. Unas buenas prácticas que se aprecian, especialmente, en el apartado de la mercancía general, un tráfico que, desde la Autoridad Portuaria, nos esforzamos por diversificar para consolidar la generación de riqueza y valor añadido que representa. Como muestra del buen trabajo realizado, me remito con orgullo a la consecución, por quinto año consecutivo, del título de puerto mejor valorado por los fabricantes de vehículos que nos concede la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
Sin embargo, quizás lo que hace que esta etapa sea especialmente ilusionante es el esfuerzo inversor que estamos realizando para consolidar el puerto del futuro. Tenemos en el horizonte cercano el importante reto de reordenar la fisonomía portuaria para racionalizar su espacio y hacerlo mucho más competitivo y eficiente sin realizar ni un solo relleno más en la bahía que ponga en peligro la sostenibilidad medioambiental de un lugar realmente bello que les invito a conocer y a disfrutar.
Para ello, contamos para los próximos años con una inversión de 150 millones de euros, tanto pública como privada, que garantiza la puesta en marcha de proyectos tan importantes como la construcción de modernas terminales de ferri, de fertilizantes y de contenedores, nuevos muelles en Raos 6, Raos 9 y Maliaño 1-4, una estación de Gas Natural Licuado o un silo de automóviles que, unidos al desarrollo del Polígono Logístico de La Pasiega, permitirán al puerto crecer de una manera racional y efectiva, acorde a los nuevos tiempos en los que ya no caben infraestructuras mastodónticas que pongan en jaque nuestros recursos naturales.
“Nuestra comunidad portuaria se esfuerza por hacer de nuestro puerto un lugar atractivo para el movimiento de todo tipo de mercancías y ofrecer al tejido empresarial cántabro y al resto de nuestro hinterland cada vez más opciones para poder desarrollar su actividad en un entorno de máxima profesionalidad”
Plano Puerto Santander