Lysdal asegura que “ante un cambio de tal magnitud, normalmente cada naviera aborda la adaptación de una manera diferente. Pero en este caso, parece que todas están siguiendo el mismo patrón e intentando poner sus planes en acción”.
El cambio en la normativa de los combustibles es tan solo uno de los cambios que se van a producir en los próximos meses y que dibujan un escenario cambiante en el transporte marítimo. Desde iContainers recuerdan que hay otras cuestiones clave, como la guerra comercial que se vive entre Estados Unidos y China, el Brexit o la automatización.
En los dos primeros casos, son situaciones que “vivirán durante el primer trimestre del año avances cruciales que podrían tener una significativa repercusión en la industria durante los próximos meses o incluso años”, subrayan desde iContainers.
“El desarrollo de la guerra comercial tendrá capacidad para provocar un profundo impacto en los movimientos de comercio internacional, por lo que todos los actores de la industria estamos siguiendo muy de cerca los avances,” afirma Klaus Lysdal.
Actualmente, Estados Unidos mantiene una tregua de 90 días mientras continúan las negociaciones con China. De no alcanzarse un acuerdo antes de la fecha límite del 1 de marzo, la subida arancelaria pasaría del 10% al 25% y afectaría a mercancías chinas por valor de 200.000 millones de dólares.
Respecto al Brexit, “la incertidumbre está causando una creciente sensación de inquietud entre los expedidores y los proveedores logísticos, especialmente entre aquellos vinculados comercialmente con el futuro ex-miembro de la UE”.
iContainers añade que “nos movemos en aguas inexploradas, pero sin duda harán falta nuevas regulaciones, tiempo para implementarlas y para acostumbrarse a ellas. No obstante, no podemos saber hasta qué punto será fluida la transición”.