A pesar de sus 39 años, José Ramón atesora una notable experiencia como remolcador. La llegada del Covid-19 ha cambiado la rutina diaria de los profesionales del remolque del enclave de la capital del Turia. “Antes de la declaración del estado de alarma, implementamos medidas de protección, que hemos ido adaptando según la importancia de la situación”.
“Hoy por hoy, acudir a trabajar me da cierta vidilla, es el único día que puedo salir de casa”
Ahora, ha cambiado hasta el modo en que se organiza el trabajo. Los trabajadores de Remolcadores Boluda realizan un turno de 24 horas completo y después cuentan con 72 horas de descanso. Cada equipo de trabajo (compuesto por un patrón, un marinero y un mecánico) tiene asignado el mismo remolcador en cada uno de los turnos que realiza. “De esta forma minimizamos la interacción entre la plantilla y reducimos el riesgo de contagio”.
Además de contar con guantes y mascarillas para realizar su trabajo, la empresa ha habilitado un depósito de 1.000 litros de solución desinfectante, que se utiliza en cada cambio de turno: “cada vez que dejamos el remolcador, nos colocamos nuestras gafas protectoras y nuestro mono de seguridad y desinfectamos nuestro puesto de trabajo”, en una imagen que recuerda mucho a las que últimamente ha mostrado la Unidad Militar de Emergencia en sus tareas de desinfección.
Casado y con un hijo, José Ramón echa de menos la rutina que llevaba antes del estado de alarma. “Ir al gimnasio, salir a dar un paseo o llevar al niño al colegio son cosas que se echan de menos”, lamenta. Paradójicamente, reconoce que el día que debe acudir a trabajar “me da cierta vidilla, porque es el único momento en el que puedo salir de casa”.
El estado de alarma, sin embargo, no ha disminuido la carga de trabajo en el servicio de remolque. José Ramón, de hecho, asegura que desde que se decretó la medida extraordinaria del Gobierno, “mantenemos el mismo ritmo de trabajo que antes de la pandemia, incluso diría que más”. El día que conversamos con este profesional ha sido una jornada de altibajos. “Esta mañana ha sido bastante intensa. Ahora estamos algo más tranquilos, aunque a partir de las 12 volveremos otra a vez a aumentar la carga de trabajo”. El Puerto de Valencia mantiene su actividad estos días de pandemia, aunque nadie en el sector se atreve a pronosticar hasta cuándo. “Mientras sigan llegando barcos, tendremos que trabajar”, asegura José Ramón. Hoy por hoy, el remolque sigue siendo un servicio imprescindible para que no se detenga la actividad en los muelles.