Nos encontramos inmersos y llenos de ilusión con un proyecto al que se le ha dedicado mucho tiempo y que será un revulsivo económico y social sin precedentes. Se trata de un proyecto atractivo, pujante y adaptado a las necesidades que requiere nuestro puerto y nuestra ciudad, la cual se verá beneficiada con esta importante trasformación.
Sin duda la mayor transformación que va a sufrir el Puerto de Motril en toda su historia desde el año 1908. Este proyecto traerá consigo la mejora y optimización de la operativa portuaria, así como la puesta en valor de los barrios de Varadero y Santa Adela, y va a dar a Motril una fachada litoral al sur de la ciudad, atractiva, con servicios vinculados al mar, y de ocio, con un espacio que será un referente turístico en Andalucía, y que va a tener el efecto, que se ha producido en otras ciudades, de atraer el crecimiento urbanístico hasta unirse con su litoral. Un proyecto que ya no le dará la espalda a la ciudad.
A su conclusión, quedarán tres dársenas, una exclusiva de tráfico de mercancías, alejada de los núcleos poblacionales, situada en las Azucenas, junto a la ZAL y el futuro parque industrial y empresarial PUE-1, como zonas de servicios y crecimiento para implantación de espacios logísticos e industriales dedicados a la actividad comercial.
Otra central destinada exclusivamente para tráfico de pasajeros, tanto de líneas regulares de ferry en Costa y Levante, como de turismo de cruceros en el nuevo muelle de Poniente.
Y la nueva dársena, que se incorpora, junto a toda la fachada marítima perimetral del Puerto en su contacto con los núcleos urbanos hasta la Playa del Cable, que quedará abierta a la ciudad y, por tanto, transitable, fuera del recinto aduanero e integrada en la trama urbana de la ciudad.
Conexión ferroviaria
Por otro lado, la conexión ferroviaria vertebraría los dos polos más importantes de la provincia, tanto en población como en desarrollo económico, como son Granada con su área metropolitana y Motril y la Costa Tropical. Supondría que el Puerto de Motril, hoy aislado, quedaría conectado a las Redes Transeuropeas de Transportes, mejorando la logística y la intermodalidad para todo el tejido social y empresarial granadino. Además, favorecería la conectividad social y también turística con la movilidad de pasajeros, en dos zonas donde se concentra el 80% de la población de la provincia.