La Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) ha decidido apostar, nuevamente, por proyectos que tienen como objetivo mejorar su actividad y seguridad. La entidad realizará una inversión estimada de 1,86 millones de euros, tal y como se refleja en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Con esta acción, la APB reitera su compromiso con la ciberseguridad de la infraestructura portuaria.
EL DATO
1.867.400 €La Autoridad Portuaria de Barcelona invertirá casi 2 millones de euros para reforzar la ciberseguridad de la infraestructura.
De esta manera, la APB anuncia la licitación para prestar los servicios de ciberseguridad, con una duración del contrato de tres años. El plazo para poder enviar las ofertas y solicitudes para optar al contrato se alarga hasta el día 30 de julio .
Apuestas tecnológicas como esta inversión en ciberseguridad reflejan el afán del Puerto de Barcelona para seguir siendo un smart port de referencia. Se trata de un proyecto que llega en medio de la crisis sanitaria, y también económica, causada por el coronavirus, que ha dejado en evidencia la aceleración de la transformación digital del sector.
Ante este escenario, los expertos en seguridad informática insisten en la importancia de apostar e invertir en ciberseguridad, teniendo en cuenta que su objetivo es proteger cualquier tipo de información. El almacenaje de datos, información de los clientes, protección de los sistemas, etcétera, pueden ser un ejemplo de ello.
Avance de la digitalización
Durante los años previos al coronavirus, la digitalización vivía un momento de progresivo crecimiento y la perspectiva es que siga avanzando a pasos agigantados. De hecho, las compañías logísticas digitalizan parte de sus procesos que no pensaban que podían ser digitalizados.
En este sentido, el Puerto de Barcelona apuesta también por la Inteligencia Artificial y, recientemente, anunciaba su acuerdo con T-Systems para ofrecer al Puerto y a sus clientes información a tiempo real sobre los tiempos de acceso a las terminales dentro de la infraestructura portuaria.
De esta manera se incentiva la eficiencia de los clientes mediante la optimización en la gestión de mercancías, hecho que tendrá también un impacto ambiental de la actividad portuaria en emisiones de CO2.