La Autoridad Portuaria de Valencia ya se encuentra a la espera de recibir el informe de compatibilidad marina para poder iniciar las obras.
Valencia. La adjudicación definitiva de la nueva terminal pública de pasajeros del Puerto de Valencia abre ahora una nueva parte del proceso para que esta infraestructura eche a andar.
La Autoridad Portuaria de Valencia trabaja ya con la hipótesis de que la infraestructura se ponga en marcha en el año 2025, aunque tal y como ha reconocido el propio presidente de Valenciaport, Aurelio Martínez, “es un proceso muy complejo”.
Con todo, el Puerto de Valencia ya ha remitido toda la documentación para contar con el preceptivo informe de compatibilidad marina necesario para la realización de las obras que la propia APV tiene que acometer en la zona de agua.
Valenciaport espera poder iniciar las primeras obras en el Muelle Perfecto Palacio en aproximadamente 14 meses
De los 100 millones de euros de inversión que requerirá la nueva terminal, la APV desembolsará 61,8 millones de euros, mientras que Baleària invertirá 37,3 millones de euros.
La APV se encuentra en estos momentos ultimando la redacción de los proyectos constructivos para llevar a cabo el acondicionamiento de la parcela, la rehabilitación del antiguo astillero, la adecuación de atraques en el Espigón del Turia y el Muelle Grada y fondo, entre otras actuaciones. Se prevé el comienzo de la ejecución de las obras en aproximadamente 14 meses en el caso del Muelle Perfecto Palacio y de 18 meses en el caso del Muelle de la Grada.
En concreto, la APV destinará 27,8 millones a las actuaciones en el Espigón del Turia y el Muelle Perfecto Palacio, mientras que el Muelle de la Grada recibirá unos 18 millones de euros. La inversión para la nueva zona de estacionamiento llegará a los 8 millones de euros, dejando cuatro para la rehabilitación de la Nave 3 del Astillero. Los trabajos de demolición y los que se realicen en el Edificio del Cocherón requerirán 2,5 y un millón de euros, respectivamente.
EN DETALLE
La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico: el depósito de agua (ya restaurado), la grada de construcción de buques, dos grúas y la subnave A de la nave III.
La concesión se otorga por un plazo de 35 años, prorrogable a un máximo de 50. La nueva terminal está destinada a atender el tráfico regular de pasajeros y mercancías con las Islas Baleares e internacional, así como de cruceros.
Las operativas para tráfico de pasajeros regulares y cruceristas estarán separadas y con espacios diferentes. El objetivo es liderar el tráfico de personas y empresas entre la Península Ibérica y Baleares, con un compromiso de dar servicio a 370.000 pasajeros el primer año y 472.000 el quinto, sumando ferries de líneas regulares y cruceros.
Una terminal con energía 100% renovable
La estación marítima funcionará con cero emisiones contaminantes, apostará por la economía circular y contará con un espacio para la dinamización cultural. La nueva terminal de pasajeros del Puerto de Valencia garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria se producirá en las propias instalaciones y será de origen renovable: fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable o biocombustible.
Baleària propone contar con diez mini-aerogeneradores para producir 60.000 kWh/año, paneles solares en las cubiertas con una generación estimada de 1.459.062 kWh/año, un sistema de electrólisis a partir de agua, y un sistema de pila de combustible para producir electricidad a partir de ese hidrógeno con una generación prevista de 39.525 kWh/año, entre otros. Todos sus muelles estarán equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados, facilitando así parar los motores y sus emisiones cuando estén de visita en València.
La terminal reciclará el 100% de los residuos que genere en una planta de biometano que se construirá expresamente para este fin, y tratará los residuos de los buques y los propios del edificio para obtener biogás.
Todas estas medidas se complementarán con sistemas de control y gestión centralizada de las instalaciones, sistemas inteligentes de consumos, iluminación con tecnologías LED, sistemas de cargadores eléctricos a instalar en parkings y un sistema de seguimiento de la huella de carbono.
