Según ha informado la propia CNMC en un comunicado emitido hoy, la operación consiste en la creación de una empresa en participación a la que Mooring y Cemesa aportarán sus respectivos negocios de amarre en el Port de Barcelona. Por tanto, "la operación supone la unión de las dos únicas empresas que prestaban el servicio de amarre en este puerto".
La operación analizada afecta al sector de amarre y desamarre en el Port de Barcelona, donde ambas empresas solapan horizontalmente sus actividades, y "dan lugar a un único operador, con el riesgo, entre otros, de un incremento de los precios aplicados a los clientes de este servicio", detallan la CNMC.
Además, la concentración notificada afecta, al sector de servicios técnico-náuticos auxiliares y de buceo profesional en el Puerto de Barcelona, en el que Cemesa está activa. En este sentido, la CNMC advierte que "pueden producirse efectos nocivos derivados de la venta conjunta o vinculada se servicios de amarre y servicios auxiliares, con el consecuente posible perjuicio para los competidores de la joint venture en la prestación de estos últimos".
Por ello, con el objetivo de analizar en profundidad los riesgos mencionados en los citados mercados como consecuencia de la ejecución de la operación, la CNMC ha decidido realizar un análisis en profundidad en segunda fase, antes de decidir si aprueba o no la concentración.
De acuerdo con el artículo 58.1 de la Ley de Defensa de la Competencia, una vez iniciada la segunda fase del procedimiento de control de concentraciones, la Dirección de Competencia de la CNMC elaborará una nota sucinta sobre la operación.
"Una vez resueltos sus aspectos confidenciales se publicará y pondrá en conocimiento de los agentes afectados y del Consejo de Consumidores y Usuarios, para la presentación, en su caso, de alegaciones", concluyen desde la CNMC.