Santiago Rodríguez Vega recibe en un despacho provisional desde el que se percibe la acción. Tanto el exterior como el interior del edificio de la sede portuaria, en el número 98 de la Travesía de la Industria, en la margen izquierda de la ría de Avilés, está en obras, símbolo de cambio en un enclave que prefiere mantener un perfil bajo, pero que tiene muy clara cuál es su verdadera vocación y misión.
Avilés es un puerto eminentemente industrial con una notable dependencia de ciertos tráficos. ¿Cómo observa la evolución del sector siderúrgico o los movimientos de grandes empresas clientes como Arcelor Mittal?
La situación industrial en Asturias tiene niveles de incertidumbre y de riesgo altos. Arcelor es una industria crítica y existen muchos elementos económicos y políticos que condicionan el futuro de industrias así. Estamos, por ejemplo, muy condicionados por las tarifas eléctricas, vitales para las industrias electrointensivas. Otro punto débil es el coste de las emisiones de CO2, que provoca situaciones de desventaja competitiva respecto a terceros países. Las soluciones a estos problemas recaen en el ámbito de las políticas europeas, por lo que apenas tenemos margen de maniobra.
Sin embargo, esta fuerte vinculación industrial también es una importante fortaleza.
Sí, esa vinculación nos proporciona estabilidad, sin olvidar que se transforma en debilidad si en el futuro se producen cambios profundos. No podemos relajarnos. Aunque no podamos anticipar lo que sucederá de aquí a diez años, sí debemos reflexionar sobre qué debemos hacer para responder a los cambios de la industria.
¿Y se está haciendo ya esa reflexión?
Se ha adjudicado la asistencia técnica para un estudio sobre desarrollo y crecimiento del Puerto de Avilés que estará listo este año. Sabemos dónde estamos y qué industrias tenemos vinculadas, pero queremos saber cómo prepararnos ante los cambios. Aunque intuimos algunas cosas, necesitamos profundizar en ellas.
Creemos que somos un puerto eficiente de cara al cliente con una estructura de gastos fijos muy razonable. Por tamaño, tenemos capacidad para ser flexibles, pero sabemos también que debemos ser un puerto medioambientalmente sostenible para no quedarnos fuera del mercado. En este ámbito, hemos mejorado mucho y estamos trabajando también en la digitalización, donde tampoco nos podemos quedar fuera.
“Agradezco sinceramente el interés de los operadores portuarios por solicitar nuevas concesiones porque muestra su compromiso para asumir inversiones en el Puerto de Avilés”
¿Existe capacidad física de ampliación de los espacios portuarios?
La limitación de espacio es un hecho, pero tenemos capacidad de ampliación para prestar servicios a la nueva industria que ha surgido en la margen derecha ligada a los sectores eólico, offshore y de carga de proyecto. En los próximos meses analizaremos las fórmulas para incorporar nuevos suelos portuarios en los terrenos que ocupaba Ensidesa en la margen derecha porque estas nuevas industrias nos los reclaman. Necesitan proximidad al puerto incluso para completar el montaje de sus piezas antes del embarque. Es un nicho de actividad al que podremos dar respuesta.
Además, la concesión de Arcelor Mittal vence en dos años.
Queremos tener todo bien estudiado para retomar con la empresa la negociación de la próxima concesión en los muelles. Hay terrenos de uso portuario propiedad de Arcelor que entendemos no se están aprovechando suficientemente y nos gustaría discutir con ellos su incorporación para apoyar los tráficos de la margen derecha.
¿Hay interés de los operadores portuarios por seguir invirtiendo en el puerto?
Los principales operadores, como Bergé, Ership Alvargonzález, Algeposa o Marítima del Principado, han solicitado en los últimos años concesiones para construir naves de acopio y estamos valorando la posibilidad de ampliar los plazos de las que concesiones que vencen próximamente para que puedan asumir la inversión. Agradezco sinceramente este interés porque muestra su compromiso para asumir inversiones, frente al sistema de autorizaciones temporales que hemos ido sustituyendo por concesiones a más largo plazo.
Los graneles suman casi el 80% del tráfico ¿Hay planes de diversificación para captar más mercancía general?
Queremos ser realistas. Hemos hecho un estudio para conocer qué posibilidades tenemos de captar más mercancía general y no lo hemos enfocado en los contenedores porque la inversión es fuerte y tenemos al lado al Puerto de Gijón, con capacidad aún disponible. No sería razonable que Avilés se lanzara a ese tipo de aventuras. Sí sería interesante incorporar tráfico rodado con conexión con el norte de Europa, asumiendo que también es difícil por la presencia de Gijón.
“En los próximos meses analizaremos las fórmulas para incorporar nuevos suelos portuarios en los terrenos que ocupaba Ensidesa en la margen derecha porque estas nuevas industrias nos los reclaman”
Había que rediseñar la ciudad, limpiar la ría y transformar espacios muy deteriorados, en un proceso que contó con la colaboración e implicación del Ayuntamiento y de la Autoridad Portuaria
La margen derecha del puerto acoge nuevos espacios para tráficos de mercancía general y de carga de proyecto. Tenemos también limitaciones físicas por ser puerto de ría, aunque valoramos invertir en una rampa ro-ro que atendería estos tráficos y apoyaría también a las industrias de la margen derecha con cargas de proyecto. Debemos ser realistas y al mismo tiempo acometer inversiones que puedan tener un retorno razonable.
¿Cuáles son los proyectos de infraestructura más inmediatos?
Este año ampliaremos la zona de servicio del puerto en la margen derecha invirtiendo unos 2 millones de euros en la compra de terrenos. Adjudicaremos las obras de mejora del viejo muelle de Raíces para aumentar el calado de 8 a 14 metros y ampliar su superficie para alinearlo con la ampliación. Las obras se iniciarán este año con una inversión de 11 millones de euros.
Además, estamos construyendo un Edificio de Servicios en Valliniello, en la margen derecha, y acometemos la mejora de la calidad de aire y de las aguas; el aprovechamiento de recursos naturales, con dos depósitos para captar aguas de lluvia para el riego; la renovación del alumbrado exterior para ahorrar un 60% en energía, así como la renovación del edificio de la Autoridad Portuaria para hacerlo más funcional y accesible. En total, el programa de inversiones para 2021 incluye 16 millones euros y para 2022 la cifra será similar.
En un puerto de ría el dragado, además de esencial, es un coste añadido.
Entre los retos a afrontar está el de la normativa de dragado. Tenemos una Declaración de Impacto Ambiental de obligado cumplimiento para el dragado de mantenimiento de la bocana de la ría, sobre la que tenemos elevada al Consejo de Ministros una discrepancia aún no resuelta. En los términos en los que está aprobada, esta DIA es una bomba en la línea de flotación del puerto, porque nos impone obligaciones de imposible cumplimiento, con el agravante de que el coste de reposición de arena es imposible de asumir.
Santiago Rodríguez Vega accedió a la presidencia del Puerto de Avilés en julio de 2012. Foto J.P. “Soy jacobino y apoyo que el sistema portuario obedezca a una estrategia de país”Las discrepancia elevada por la Autoridad Portuaria de Avilés al Consejo de Ministros con relación al dragado pone de manifiesto su descontento ¿Hay exceso de burocracia en la Administración? ¿Resolverá el nuevo Marco Estratégico Portuario las actuales rigideces?Considero especialmente interesante en el proceso de revisión del Marco Estratégico la reflexión que se hace en el ámbito de la autonomía de los puertos sobre la falta de sentido de las actuales rigideces del sistema, que ni ayudan ni contribuyen a dicha autonomía. Me parece tremendo que hayamos realizado hace dos años un estudio para una nueva valoración de los terrenos y aún no sepamos nada, porque cuando nos venga aprobado, el mundo habrá cambiado otra vez. Otro ejemplo de estas rigideces e ineficacias es que, aun estando la Autoridad Portuaria de Avilés en situación de rentabilidad, en el caso de que un trabajador se jubile, no se pueda cubrir su plaza. Eso no tiene sentido. Esas rigideces hay que revisarlas.A partir de ahí, todo lo que tenga que ver con la agregación o separación de autoridades portuarias es otro tema. Seguramente, el Puerto de Gijón tenga capacidad también para atender todos los tráficos que tiene el Puerto de Avilés, excepto tal vez Asturiana de Zinc, a quien no le interesaría salir de Avilés por su ubicación. Pero si un puerto es eficiente y genera tejido económico en su entorno, no tiene sentido entrar en este tipo de procesos. Si desplazas la actividad de un puerto a otro, generas un desierto en el puerto desplazado. Es lo mismo que la España vaciada. El equilibrio territorial dentro de unos estándares de rentabilidad es necesario.
Entonces, ¿cree en un órgano superior de coordinación?Yo defiendo la coordinación de los puertos tomando como base una estructura como la de Puertos del Estado. Es bueno que el conjunto del sistema portuario esté coordinado desde el ámbito estatal y que la libertad tarifaria no vaya precisamente en beneficio de los puertos más grandes en detrimento de los pequeños. Defiendo la centralidad y que exista una coordinación con Puertos del Estado que permita eliminar las rigideces.Por otra parte, no me gusta el debate alrededor de los puertos autonómicos. Soy jacobino y sigo pensando que no está mal que el sistema portuario obedezca a una estrategia de país. Y el Marco Estratégico entra en estos temas. No los resuelve, porque un proceso de este tipo no puede resolverlo todo, aunque apunta maneras y me parece correcto.
El proceso de reconversión industrial de Avilés fue una oportunidad para devolver la ría a la ciudadanía. Foto J.P. “La gente de Avilés siente al puerto con mucho orgullo”Fue alcalde de Avilés durante 15 años en dos etapas y ha vivido la transformación de la ciudad y del puerto en primera línea. ¿Hubo siempre sintonía entre Ayuntamiento y Autoridad Portuaria en este proceso?Siendo alcalde me tocó de lleno el proceso de transformación de la ciudad en medio de una reconversión industrial brutal y fuertes cambios económicos, políticos y sociales. Había que rediseñar la ciudad, limpiar la ría y transformar espacios muy deteriorados, siguiendo un proceso que contó con la colaboración e implicación del Ayuntamiento y de la Autoridad Portuaria, presidida por Manuel Ponga Santamarta.Se asumió que gran parte de la actividad portuaria más próxima a la ciudad debía trasladarse y la Autoridad Portuaria lanzó el plan para construir el muelle de Valliniello en la margen derecha, que permitió dar otros usos a los terrenos más próximos a la ciudad, donde ahora se ubican el Centro Niemeyer o el muelle de Cruceros. Un hito en este proceso fue la urbanización del paseo que ahora lleva el nombre de Manuel Ponga Santamarta, y que hizo que los avilesinos conquistaran de nuevo la ría para su disfrute. La gente de Avilés siente al puerto con mucho orgullo. Lo percibimos como algo agradable, no molesto, que contribuye al bienestar.
¿La barrera del ferrocarril y la variante de acceso al puerto siguen siendo asignaturas pendientes para una completa integración puerto-ciudad?El último avance fue el protocolo firmado en 2019 por el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, con el Ayuntamiento de Avilés y el Principado, que acordaba el desarrollo de propuestas para resolver el problema ferroviario y de acceso viario al puerto mediante una ronda de acceso al puerto con conexión a la autopista.El Ministerio se comprometió a realizar los estudios informativos y está contratado ya el de la barrera ferroviaria, quedando pendiente el del acceso al puerto. Son obras con procesos de ejecución largos y complejos, y que requieren la financiación de la Administración General del Estado.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés ocupa una oficina provisional mientras se llevan a cabo obras de actualización en el edificio de la sede portuaria. Foto J.P. “Entre los puertos de Avilés y Gijón no hay tensiones ni rivalidad”¿La relación con el Puerto de Gijón es de rivalidad o de colaboración?Entre los dos puertos no hay tensiones, porque tenemos clientes que compartimos; ni rivalidad, porque a ninguno nos interesa entrar en ese terreno. No nos dedicamos a quitarnos clientes. Avilés es un puerto pequeño comparado con Gijón y tener dos puertos con capacidad operativa tiene sus ventajas.Mantenemos ámbitos de cooperación, aunque no hayan visto la luz. En su día, colaboramos en Puerto Seco Ventastur, en Venta de Baños (Palencia), que se planteaba como una estrategia portuaria conjunta de la región, pero que no dio resultados. También hemos colaborado en el proyecto de la Zalia junto al Principado, aunque también, por otras circunstancias, aún no ha arrancado.
¿Por qué un proyecto tan ambicioso en su día como la Zalia no acaba de arrancar?La Zalia no está operativa porque tiene sus conexiones sin resolver y carece de la instalación eléctrica. La crisis de 2008 paralizó el proyecto y siguen pendientes inversiones como la subestación eléctrica, para lo que se necesita una aportación de unos 12 millones de euros que los accionistas, el Principado y los puertos de Gijón y Avilés, no podemos asumir. Ahora, el Principado está en contacto con el SEPIDES para captar un agente económico desde la Administración Central con capacidad para impulsar el proceso y su comercialización.
EL PERFIL DE
Santiago Rodríguez Vega valora la presidencia del Puerto de Avilés como un reto “apasionante y estimulante”. Foto J.P. “Es mucho más dura la alcaldía que la presidencia del puerto”Para un avilesino como Santiago Rodríguez Vega, su dedicación como alcalde, primero, y presidente, después, de la Autoridad Portuaria, supone una enorme satisfacción. “Estoy muy orgulloso de ello y de poder caminar con la cabeza muy alta por Avilés”, dice quien en 1988 fue elegido alcalde por las listas del PSOE. Entonces, sucedió a Manuel Ponga Santamarta (PSOE), presidente también de la Autoridad Portuaria entre 1999 y 2007, cuando fue sustituido por Manuel Docampo. Tras el breve paso de Raimundo Abando (Foro Asturias) de julio de 2011 a julio de 2012, la presidencia fue asumida por Rodríguez Vega, quien es actualmente el segundo presidente de autoridad portuaria con más años en el cargo tras José Benito Suárez Costa, de la Autoridad Portuaria de Marín.
“Las cosas tienen su momento”Tras quince años en la alcaldía y nueve en el puerto, Rodríguez Vega tiene claro que no volverá a ser alcalde “porque las cosas tienen su momento”. “Es mucho más dura la alcaldía que la presidencia”, dice quien asumió con 31 años la responsabilidad municipal en un momento de profundos cambios con la reconversión industrial que golpeó con especial dureza a Avilés. “La alcaldía es muy compleja y exigente”, añade el presidente del Puerto de Avilés, quien define su actual etapa como un reto “muy apasionante y estimulante porque me permite ver la dinámica de la ciudad de la que fui alcalde desde otra perspectiva”. Y no evita la sonrisa al confesar que la Autoridad Portuaria es más tranquila que el Ayuntamiento porque el Consejo de Administración “es un elemento colaborador del presidente”, en contraste con el Ayuntamiento, donde la oposición y la prensa local ejercen “una constante labor de desgaste”.
Banca, Ayuntamiento y PuertoNacido en Avilés en 1957, Santiago Rodríguez Vega es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo y comenzó su vida laboral en la Caja de Ahorros de Asturias (Cajastur) en 1982. En 1983 entró en el Ayuntamiento de Avilés como concejal de Hacienda y fue alcalde en una primera etapa entre 1988 y 1995. Tras cuatro años como portavoz de la oposición, fue nuevamente alcalde de 1999 hasta 2007, cuando no se presentó a la reelección.Fue miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Avilés durante 13 años (1988-1995, 1999-2007) y trabajó como analista de riesgos en Liberbank durante los siguientes cinco años hasta su nombramiento como presidente de la Autoridad Portuaria en julio de 2012.