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La industria crucerística mundial coge velocidad de crucero hacia la meta de las cero emisiones

  • Última actualización
    05 abril 2024 11:37

MARÍTIMO · Las grandes navieras invertirán 62.000 millones en nuevos buques más sostenibles en los próximos años

Año tras año, los datos ponen en evidencia que la apuesta de la industria crucerística mundial por lograr que su actividad sea neutra en emisiones contaminantes no es sólo una mera pose, sino que ya forma parte de su ADN.

VALENCIA. La utilización de combustibles alternativos y los trabajos en materia de electrificación para permitir a los buques apagar sus motores durante las escalas centran buena parte de los esfuerzos de las navieras.

Las grandes navieras de cruceros están a la espera de recibir un total de 44 nuevos buques a lo largo de los próximos cinco años, de los cuales 25 serán propulsados por GNL, mientras que otros 7 podrán utilizar el metanol como combustible, lo que va a suponer una inversión de más de 62.000 millones de dólares en este período de tiempo.

Pero, además de la construcción de nuevos barcos, la industria también trabaja en reducir su impacto durante las escalas en los puertos, potenciando junto a los entes gestores de los puertos la opción de poner en marcha sistemas de electrificación en tierra.

Estos son algunas de las grandes cifras que se pueden extraer del Informe de Prácticas y Tecnologías Ambientales de la Industria Global de Cruceros 2023, elaborado por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).

$!<b>La industria crucerística mundial coge velocidad de crucero hacia la meta de las cero emisiones</b>

Tal y como recuerda Alfredo Serrano, director de CLIA España, para Diario del Puerto, la industria de los cruceros “está a la vanguardia en la adopción de tecnologías que contribuyen a reducir su impacto medioambiental”, e incide en que este esfuerzo “no es algo nuevo”, ya que “ha sido una constante a lo largo del tiempo que posibilita que hoy ya veamos los frutos”.

Para Serrano, “los próximos años estarán marcados por la carrera para alcanzar la descarbonización de la industria, una auténtica prioridad y una tarea que requiere el esfuerzo del sector público y privado”.

Según el estudio antes mencionado, cada vez son más las navieras que apuestan por diversificar sus soluciones energéticas con la incorporación de motores multicombustible, aplicando la tecnología de pilas de combustible, eólica (incluida la vela sólida), así como soluciones fotovoltaicas y almacenamiento en baterías. Actualmente, se utilizan sistemas de aumento de eficiencia energética en 171 buques, que representan el 60% de la flota mundial.

EL DATO
15%

DE NUEVOS CRUCEROS. Según el Informe de Prácticas y Tecnologías Ambientales de la Industria Global de Cruceros 2023 de CLIA, se prevé que el 15% de los cruceros de nueva construcción que entren en servicio en los próximos cinco años estén equipados con sistemas de almacenamiento de baterías y/o celdas de combustible para permitir la generación de energía híbrida.

Uno de los objetivos perseguidos por las compañías navieras es lograr una amplia flexibilidad en la utilización y combinación de diferentes combustibles, por lo que la inversión en tecnologías de propulsión con capacidad de conversión está cada vez más extendida: en estos momentos ya hay en marcha 32 proyectos piloto en este sentido.

Por ello, la disponibilidad de combustibles marinos sostenibles sigue siendo esencial para lograr los objetivos de descarbonización de la industria, por lo que desde CLIA se subraya la necesidad de que los gobiernos y las administraciones públicas apoyen los esfuerzos de investigación para acelerar el desarrollo de estos combustibles para que sean seguros, viables y estén disponibles a gran escala en los próximos años.

EN DETALLE

En estos momentos, cuatro buques de navieras pertenecientes a CLIA utilizan biocombustibles renovables como fuente de energía y se espera que otras cuatro unidades de nueva construcción salgan del astillero con la posibilidad de propulsarse con biocombustibles renovables. Además, 24 barcos realizan pruebas con biocombustibles y otros dos testean la posibilidad de utilizar carbono sintético. Las previsiones de CLIA apuntan a que siete barcos de nueva construcción funcionen con combustibles sin emisiones de carbono, de los cuales cinco utilizarán metanol verde y dos hidrógeno verde.

GNL, alternativa actual

Por el momento, y hasta que esos combustibles neutros en emisiones tengan una utilización más extendida, la industria sigue apostando por el Gas Natural Licuado (GNL). El 48% de los nuevos buques que en estos momentos está en construcción se diseña con motores y sistemas de suministro de GNL, y que además son parte de la nueva generación de navíos que serán capaces de funcionar con combustibles marinos renovables en un futuro.

Es el caso de MSC Cruceros, que, a través del desarrollo de su Plan de Acción de Sostenibilidad creado en el año 2015, ha implementado diversas medidas para reducir su huella ambiental, como la introducción de combustibles más limpios en sus barcos, la promoción de excursiones sostenibles, la reducción de plásticos y la gestión responsable de residuos a bordo, todo con el objetivo de que sus operaciones tengan un impacto cero para el planeta en el año 2050.

Tal y como explica a Diario del Puerto Fernando Pacheco, director general de MSC Cruceros en España, “desde 2008 hemos invertido en tecnologías innovadoras para reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la eficiencia energética. Además, hemos implementado protocolos rigurosos de gestión de residuos y seleccionado proveedores que compartan nuestros estándares de sostenibilidad”.

EN DETALLE

En ocasiones, la convivencia entre cruceros, turistas y entornos urbanos no es sencilla. Hay numerosos ejemplos en que ciertas administraciones locales o sectores sociales se critica la llegada de este tipo de buques por sus supuestos efectos. Alfredo Serrano, director de CLIA España, insta a “acudir a los datos y ser absolutamente rigurosos”.

Uno de los casos más llamativos fue el que se dio en Barcelona, primer puerto de cruceros del Mediterráneo. La Autoridad Portuaria, apoyándose en un estudio de Barcelona Regional (2019), estimó que la actividad de cruceros fue responsable del 0,7% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y del 0,16 % de las partículas en suspensión, un 10% menos respecto al mismo estudio de 2016.

El director de CLIA España también pone encima de la mesa un estudio elaborado por la consultora Oxford Economics, que destaca el escaso impacto de la actividad de cruceros en la calidad del aire en la ciudad condal, y respalda las tesis recogidas por otros estudios que apuntan al tráfico rodado como uno de los factores determinantes en el deterioro de la calidad del aire.

Uno de sus logros más recientes ha sido la introducción de barcos propulsados por GNL desde 2022. “Esta medida nos ha permitido reducir significativamente nuestras emisiones de dióxido de carbono y avanzar hacia nuestro objetivo de descarbonización para 2050”, asegura Pacheco, que además subraya que los buques de la compañía se autoabastecen de agua dulce.

No obstante, además del GNL, “estamos explorando otras alternativas, como el hidrógeno, el amoníaco y el metanol”, afirma Pacheco. Por otro lado, el “MSC World Europa” realizó con éxito la primera prueba piloto de un crucero conectado a tierra en el puerto de La Valeta (Malta) hace apenas un par de meses. “Sin embargo, aún hay mucho por hacer, y es necesario un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, incluidas las instituciones, para impulsar un cambio real hacia una navegación marítima más sostenible”, demanda Pacheco.

El Grupo Costa también está apostando por la utilización de combustibles alternativos. El pasado año la compañía firmó un memorando de entendimiento con Proman, uno de los grandes productores globales de metanol, para impulsar la implantación de este combustible para el sector crucerístico.

EN DESTACADO
Alfredo Serrano
Director de CLIA España

“Los próximos años estarán marcados por la carrera para alcanzar la descarbonización de la industria, una auténtica prioridad y una tarea que requiere el esfuerzo del sector público y privado”

Fernando Pacheco
Director general de MSC Cruceros España

“La introducción en nuestra flota de buques propulsados por GNL nos ha permitido reducir significativamente nuestras emisiones de dióxido de carbono y avanzar hacia nuestro objetivo de descarbonización para 2050”

La compañía fue de las primeras en introducir la propulsión por GNL y, actualmente, cuenta con cuatro buques ya en servicio impulsados por este combustible, además de que la mayor parte de su flota está equipada para poder conectarse a la red eléctrica en los puertos en los que esta tecnología ya está disponible.

“Estamos reduciendo la huella de carbono de nuestra flota tanto en puerto como en alta mar, invirtiendo en tecnologías medioambientales avanzadas y asociándonos con empresas como Proman, que comparten la pasión por la transición energética sostenible. Al permitir que los cruceros utilicen metanol como combustible de propulsión, Costa sigue la ambición de dar el siguiente gran paso hacia la neutralidad de GEI en las operaciones de nuestra flota para 2050”, asegura Christoph Schladoer, vicepresidente de Descarbonización del Grupo Costa.

Por su parte, Norwegian Cruise Line se ha centrado en lograr una mayor eficiencia energética a bordo -a través de la actualización de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y los sistemas de recuperación de calor residual-, así como en la planificación inteligente de itinerarios y viajes y la optimización de las actividades de los hoteles.

Desde 2022, la compañía ha superado con éxito ensayos de mezclas de biocombustible en distintos barcos. La naviera ya se encuentra en pleno proceso de modificación de los dos últimos barcos de la clase Prima, cuya construcción está prevista para 2027 y 2028, para que puedan utilizar metanol verde como combustible alternativo en el futuro. de inversiones constantes para alcanzar una capacidad de distribución y consumo suficiente a escala mundial.

El (lento) camino hacia la electrificación de los muelles

El otro gran campo de actuación en materia de descarbonización de la industria está fijado en el lado tierra, concretamente en la electrificación de los muelles en los que los cruceros realizan sus escalas.

En la actualidad, y según un estudio realizado por CLIA, un total de 120 barcos (46% del total de la flota crucerística mundial) tienen capacidad para poder conectarse a la red eléctrica una vez llegan a puerto. Este porcentaje llegará al 86% (210 buques) entre ahora y 2028, una cifra que incluye las nuevas unidades y todos los que remodelarán las compañías navieras hasta entonces.

El compromiso de los miembros de la Asociación es claro: todos los buques que hagan escala en puertos capaces de proporcionar energía en tierra estarán equipados para utilizar este sistema en el año 2035.

En contraposición, lo cierto es que los puertos no llevan la misma velocidad que la industria, a pesar de que como consecuencia de la aplicación del Fit for 55, los principales puertos de Europa ya deberán contar con este tipo de sistemas para el año 2030. Actualmente, 32 enclaves (en comparación con los 29 puertos en 2022), que representan menos del 2% de todos los puertos del mundo, disponen de un atraque con sistemas OPS. La conclusión es clara: para poder llegar a este objetivo, las autoridades portuarias deberán acelerar aún más la inversión en infraestructuras de este tipo.

Por ello, desde la industria se pide de manera insistente a las administraciones “su colaboración de cara a conseguir los objetivos de la agenda verde y, concretamente, la descarbonización”, tal y como apunta Alfredo Serrano, director de CLIA España, que recuerda que la industria puede estar a la vanguardia en la adopción de nuevas tecnologías, abrir el camino en el transporte marítimo, “pero no somos productores ni de combustible ni de motores”.

Para Alfredo Serrano, las administraciones deben estimular el desarrollo de nuevos combustibles y garantizar que las infraestructuras portuarias también faciliten esta transición: “Conviene recordar que la Unión Europea ha establecido que los principales puertos deberán brindar esta alternativa para 2030. Aún tenemos margen, pero no podemos demorarnos: estamos ante proyectos muy complejos y con un coste elevado”, concluye.

Crece el número de buques con sistemas de tratamiento de aguas residuales

Como parte de su enfoque general de sostenibilidad, las navieras de cruceros mantienen su compromiso de no descargar aguas residuales sin tratar en ningún lugar del mundo. En toda la flota de cruceros miembros de CLIA, 202 barcos (77% del total), que representan el 80% de la capacidad global de pasajeros, están equipados con sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales, que funcionan con un estándar más alto que las plantas en tierra en muchas ciudades costeras.

Todos los barcos de nueva construcción están equipados con este tipo de tecnología, lo que elevará el total a 242 buques, es decir, el 80% de la flota y el 84% de la capacidad global. Como ejemplo, desde 2019, el número de buques con sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales capaces de cumplir con los estándares más estrictos de la Zona Especial del Mar Báltico -uno de los más exigente del mundo- ha aumentado un 167%. Hoy en día, casi un tercio de los barcos miembros de CLIA tienen esta capacidad.

Además del tratamiento de aguas residuales, los buques cuentan con sistemas de limpieza de gases de escape que mejoran la calidad del aire en el mar y en puerto, sistemas de lubricación para cascos de barcos para reducir la resistencia y el consumo de combustible, motores cada vez más eficientes que consumen menos combustible y reducen las emisiones, iluminación LED -que dura 25 veces más y utiliza un 80% menos de energía-, recubrimientos de pintura especiales para cascos de barcos que reducen el consumo de combustible hasta un 5%, instalación de cristales tintados, electrodomésticos de mayor eficiencia y sistemas HVAC y ventanas que capturan y reciclan el calor, así como sistemas y prácticas de reciclaje avanzados que permiten a algunos barcos reciclar el 100% de los residuos.