La ONG Mercy Ships opera los dos mayores buques hospitales civiles del mundo y lo hace gracias a la complicidad imprescindible de cientos de voluntarios. El reto está claro: utilizar estos buques hospitales “para llevar salud y esperanza a personas con pocos o nulos recursos en todo el mundo”.
VALENCIA. La casualidad quiso que Don Stephens, fundador de Mercy Ships, viviera el paso de un huracán en las Bahamas cuando estaba de viaje con unos amigos. Ante la magnitud de la catástrofe, intentando ayudar a los damnificados, se preguntaron ¿no sería genial que hubiese un buque que pudiese traer ayuda a toda esta gente? Y, ahí, nació Mercy Ships.
El sueño se convirtió en realidad en 1978, con la adquisición del primer buque, el “Victoria”, un crucero que iba a ser desguazado. Tras cuatro años, el buque de cruceros se transformó en un buque hospital y, en 1982, navegó por primera vez bautizada como “Anastasis”. Desde entonces, los buques de Mercy Ships-Naves de Esperanza en España, han visitado más de 580 puertos de 56 naciones.
Para conocer mejor la iniciativa, Diario del Puerto entrevista a Gerardo A. Vangioni, presidente de Mercy Ships España.
¿Cuáles son los objetivos de Mercy Ships?
Utilizando buques hospitales, llevar salud y esperanza a los más necesitados, ofreciendo servicios de salud gratuitos de clase mundial, proveyendo capacitación médica, fortaleciendo los sistemas de salud a quienes tienen poco acceso a una atención quirúrgica segura y desarrollando proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible.
Cada dos segundos fallece una persona en el mundo por no poder recibir la cirugía que necesita. Mercy Ships quiere aportar su pequeña contribución a paliar esta dramática situación que se vive actualmente, especialmente en el África subsahariana, donde no hay ni un cirujano por cada 100.000 habitantes.
¿Quiénes colaboran actualmente con Mercy Ships?
La principal colaboración es la que aportan los miles de voluntarios, en todas las áreas (médica, marítima y general) que hacen posible que nuestros buques hospitales puedan funcionar y operar. Voluntarios de más de 60 naciones que, desde dos semanas hasta dos años, donan su tiempo y conocimientos para llevar salud y esperanza en las naciones a las que somos invitados a colaborar.
En segundo lugar, para poder desarrollar nuestra labor la colaboración de individuos, instituciones y empresas es imprescindible.
Así, el sostenimiento de todo lo que llevamos a cabo de manera gratuita es gracias a donativos, tanto de individuos, instituciones y empresas. Es, pues, una financiación básicamente privada, no pública. Y los donativos no son sólo económicos; también hay donativos en especie y de servicio.
“La relación de empresas e instituciones que colaboran es extensa y abarca todos los ámbitos, destacando empresas del sector marítimo”
Algunas empresas donan los materiales que utilizamos en los buques hospitales. En una lista no exhaustiva, a título de ejemplos: el lubricante para el mantenimiento de los vehículos que llevamos a bordo; el uso y transporte de los contenedores que llegan a Tenerife (nuestro puertos base) o a los puertos en los que estamos sirviendo; los ordenadores que utilizamos a bordo de los buques; materiales que utilizamos en quirófanos, etc.
La relación de empresas e instituciones que colaboran es extensa y abarca todos los ámbitos, destacando empresas vinculadas al sector marítimo.
En estos momentos, ¿cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta Mercy Ships?
Con franqueza, el mayor desafío que enfrentamos en estos momentos es poder contar con los voluntarios necesarios para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, tanto en número de cirugías, como en formación de profesionales de la salud locales y respecto a los proyectos de infraestructura y desarrollo que queremos alcanzar en los próximos años.
Operando los dos mayores buques hospitales civiles del mundo, y teniendo en cuenta la rotación de voluntarios, no es fácil disponer, en algunas de las áreas de funcionamiento de los buques, en ocasiones, del número de voluntarios preciso para ser efectivos al 100%.
¿Qué iniciativas están desarrollando en estos momentos?
La ONG Mercy Ships dispone actualmente de dos buques hospitales. Por una parte, el “Global Mercy”, tiene 174 metros de eslora, 28,6 metros de manga y capacidad para 200 pacientes. Dispone de seis quirófanos, un laboratorio, un hospital de día, clínicas dentales y oftalmológicas. Las dos cubiertas del hospital ocupan una superficie total de 7.000 metros cuadrados y cuentan con las instalaciones de formación más modernas. Tiene capacidad para 641 tripulantes. Actualmente se encuentra en Sierra Leona, donde lleva realizadas más de 1.300 cirugías y capacitado a más de 126 profesionales de la salud locales.
Y, por otra parte, el “Africa Mercy”, tiene 154 metros de eslora, 23,7 metros de manga y capacidad para 89 pacientes. Dispone de cinco quirófanos, un laboratorio, un hospital de día, clínicas dentales y oftalmológicas. Tiene capacidad para 450 tripulantes. Actualmente, se encuentra en Madagascar, donde lleva realizadas más de 218 cirugías y capacitado a más de 13 profesionales de la salud locales.
“Nuestros buques hospitales son como una pequeña ciudad. Necesitamos voluntarios en todas las áreas, no sólo en la médica”
Además de la labor humanitaria que estamos llevando a cabo en Sierra Leona y Madagascar por medio de nuestros buques hospitales, tenemos equipos que están llevando a cabo diversos proyectos de capacitación médica y cirugías gratuitas en Togo, Guinea Conakry y Sudáfrica.
¿Qué previsiones tienen para 2025?
Nuestro objetivo para el 2025 será llevar a cabo más de 6.000 intervenciones quirúrgicas gratuitas, formar a más de 3.400 profesionales de la salud locales y realizar más de 18.000 tratamientos dentales. Así podremos aportar nuestro granito de arena a la transformación de individuos y naciones.
Nuestros buques servirán en Sierra Leona, Madagascar, Ghana, Togo y Benín. Y tendremos equipos médicos capacitando a profesionales de la salud en Guinea Conakry y Sudáfrica.
Acciones desarrolladas
Desde 1978, por medio de diversos buques hospitales, Mercy Ships ha trabajado en más de 56 países en vías de desarrollo, “proporcionando servicios valorados en más de 1.500 millones de euros y más de 2,8 millones de personas se han beneficiado de los servicios médicos llevados a cabo por Mercy Ships”, detalla el presidente de Mercy Ships España, Gerardo A. Vangioni. En los últimos 30 años, Mercy Ships ha centrado su labor humanitaria en los países del África subsahariana.
Gracias al trabajo de su tripulación de voluntarios, en estos últimos 46 años, “se han llevado a cabo más de 117.000 intervenciones quirúrgicas, se han tratado a más de 197.000 pacientes y realizado más de 541.000 procedimientos dentales, se han formado a más de 54.000 profesionales de la salud, se han llevado a cabo más de 1.115 proyectos de desarrollo, infraestructura hospitalaria y agricultura y se han establecido clínicas permanentes para proveer cirugías obstétricas en Sierra Leona y Madagascar y una clínica dental en Guinea Conakry, en colaboración con la Universidad Gamal Abdel Nasser, además de llevar a cabo múltiples proyectos de renovación y equipamiento de centros hospitalarios”, detalla Vangioni.
La comunidad portuaria española colabora en muchas iniciativas sociales, así que, díganos ¿cómo pueden las empresas y los profesionales del sector ayudar?
En primer lugar, promoviendo el voluntariado. Nuestros buques hospitales son como una pequeña ciudad. Necesitamos voluntarios en todas las áreas, no sólo en la médica. Por lo que precisamos voluntarios que cubran todas las necesidades del buque: oficiales y tripulación de a bordo; marineros, cocineros, panaderos, ingenieros, maestros, informáticos, conductores, carpinteros, administrativos, recursos humanos, fotógrafos, logística y aprovisionamiento, mecánicos, electricistas y un largo etcétera. Hay un lugar para toda persona que quiera servir.
“Cada dos segundos fallece una persona en el mundo por no poder recibir la cirugía que necesita. Mercy Ships quiere aportar su pequeña contribución a paliar esta situación”
En segundo lugar, contribuyendo al sostenimiento de todo lo que llevamos a cabo, que, quiero recordar, es totalmente gratuito: cirugías, capacitación de profesionales de la salud locales, proyectos de desarrollo e infraestructura. Y los donativos no son pueden ser sólo económicos; también pueden ser donativos en especie y de servicio.
Como Mercy Ships-Naves de Esperanza es una entidad sin ánimo de lucro, reconocida como de interés general y acogida a la Ley de Mecenazgo, toda contribución goza de las deducciones fiscales vigentes en cada momento.
¿Qué es lo que más necesitan?
Necesitamos, por una parte, voluntarios, que quieran donar su tiempo y habilidades para poder llevar a cabo la labor humanitaria por medio de nuestros buques hospitales.
Por otra parte, necesitamos recursos económicos y materiales (a título de ejemplo, y con carácter enumerativo y no exhaustivo: combustible, víveres, suministros médicos, vehículos todoterreno). También necesitamos servicios logísticos (almacenamiento, transporte).
“Ves cosas que te cambian, que te impactan y, para mí, en positivo”
Técnica de laboratorio de profesión, Ángela Kesper, de 65 años, postuló tanto para su especialidad como para enfermera, pues también podía ejercer. El primer viaje de Ángela se dio el año pasado a Senegal, donde se encontraba el “Global Mercy”. “Me impactó un montón, me ha cambiado mucho”, explica a este Diario.
Es más, “tengo una frase que a la gente le gusta mucho porque, claro, los voluntarios pagan todo hasta llegar al barco, tuve que pedir una excedencia en el trabajo y la gente no lo entiende muy bien; me dicen que cómo puedo gastarme todos mis ahorros. Siempre les contesto con la misma frase: me ha enseñado humildad y gratitud”.
“Ves cosas que te cambian, que te impactan y, para mí, en positivo. Habrá gente que no aguanta la presión y se derrumba con los casos que ven, pero yo he sacado de cada caso y de cada reto profesional un beneficio para mí. Me ha enriquecido”, añade Kesper.
Actualmente, la técnica de laboratorio se encuentra colaborando en el laboratorio del “Africa Mercy”, en Madagascar.
“La visión de trabajar en lo local es muy importante”
Rut Martin es pedagoga y educadora en Aldeas Infantiles, aunque no ha ejercido como tal en el buque hospital “Global Mercy”. “Me apunté para echar una mano en lo que hiciese falta y como el inglés lo tenía básico, estuve en el comedor y en todo el tema de la limpieza”, detalla a este Diario. Sobre su experiencia, destaca: “Es intenso porque hay mucha gente a bordo y pasan por el comedor (y más cuando estábamos en Senegal que venían equipos locales a formarse). Es muy emocionante entender que, detrás de cada plato, había vidas que se están formando en medicina o los propios cirujanos y toda la tripulación”. Asimismo, del tema de la formación, opina: “La visión que tiene Mercy Ships de trabajar en lo local y formar a la gente local para que no sea necesario el barco es muy importante”. Este plan a largo plazo es relevante porque, tal y como rememora Martin, salva vidas. Y pone un ejemplo: una enfermera con la que generó un vínculo importante aprendió una técnica para hacer frente a complicaciones en el nacimiento “y esa misma semana salvó la vida de un bebé gracias a este aprendizaje”.