Estos dispositivos de control, ejecutados por el Grupo de Fronteras Marítimas de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Bizkaia, se habían reforzado anteriormente con el apoyo de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina, una unidad de alta especialización en el control de fronteras desplazada desde Madrid.
Según la Policía Nacional, la incorporación de estos animales “supone un paso más para evitar el abordaje como polizones de los buques que se dirigen hacia Gran Bretaña y que generan importantes perjuicios económicos a operadores del Puerto de Bilbao, tanto por los daños en las mercancías como por las sanciones que imponen las autoridades británicas en materia de control de fronteras”. En el intento de abordar los barcos, explica la Policía Nacional, los polizones aprovechan cualquier hueco para ocultarse y sólo los perros son capaces de localizarlos