¿Cuál es la realidad actual del sistema portuario español y de sus inversores? ¿Cómo se han visto afectados desde la declaración del estado de alarma?
Los inversores en puertos están muy centrados en asegurar el buen funcionamiento de las cadenas de suministro desde su papel en los puertos, así como la seguridad del personal involucrado en la actividad siguiendo en todo momento las recomendaciones sanitarias.
Es pronto para hacer balance del impacto dada la situación de extraordinaria incertidumbre que vivimos y que hace muy difícil predecir el comportamiento de los tráficos a futuro.
El impacto, asimismo, ha sido para todos y en muchos casos aún no se ha producido del todo, pero la situación es común y será necesaria una revisión de las estrategias para adaptarlas a la nueva realidad que nos toca vivir.
Huelga decir que estamos atravesando un momento completamente anómalo y procuramos adaptarnos al nuevo escenario, no sin un esfuerzo enorme por parte de todos.
¿Cuál es actualmente el nivel de actividad de las terminales en los puertos, cuál es la evolución previsible en las próximas semanas y qué factores concretos en el marco de la crisis van a influir?
Los tráficos no se han visto afectados por igual en todas las terminales y se contempla una evolución en función del origen y destino, así como del tipo de mercancías, por lo que la recuperación dependerá en muchos casos del impacto y las medidas de cada uno de los países con los que hay tráfico comercial.
¿Tienen los inversores portuarios capacidad financiera suficiente para aguantar un parón como el que empezamos a vivir?
La actividad portuaria es esencial para el mantenimiento de las cadenas de suministro, tal y como se ha demostrado durante esta crisis sanitaria y además tiene la capacidad de dinamizar la economía permitiendo la importación y exportación de bienes; los inversores son muy conscientes de ello y por ello se han solicitado las medidas comentadas que ayuden mantener y desarrollar este sector estratégico para la economía.
Esta será una de las claves para la necesaria recuperación de la economía española, el conseguir un sector portuario y logístico competitivo que coadyuve, de este modo, al tejido empresarial y adaptarlo a un nuevo contexto global más exigente, que requerirá de nuevas inversiones. En este sentido, ayudas como la reducción de tasas, son clave para encarar la nueva situación.
¿Cómo ha tratado el Gobierno al sector portuario y cómo valora las medidas adoptadas por el Ministerio de Transportes?
El presidente de Puertos del Estado ha sido conocedor y consciente de la realidad en todo momento. Desde el organismo han impulsado una serie de medidas, que, sin duda, van en la línea de nuestras demandas, pero que desde nuestro punto de vista parecen insuficientes. Cuando te enfrentas a un panorama excepcional y de notable incertidumbre, hablar de plazos resulta poco productivo. No sabemos cuándo se producirá la recuperación de los tráficos portuarios perdidos debido a la crisis y a las medidas adoptadas inicialmente por el Gobierno. Es por ello que debemos centrarnos en unas medidas de carácter estructural.
“Una de las claves para la recuperación de la economía española será conseguir un sector portuario y logístico competitivo que coadyuve al tejido empresarial y adaptarlo a un nuevo contexto global más exigente”
Entonces, ¿cómo valora PIPE el Real Decreto Ley con las medidas económicas para el sector portuario aprobadas por el Gobierno donde se incluye una reducción de las tasas portuarias?
En la línea de lo anterior, entendemos que la reducción de tasas contemplada en el RDL es una medida necesaria pero que no debería limitarse al plazo estipulado, sino que debería vincularse a la recuperación de los tráficos en su totalidad.
Creemos, además, que podría plantearse el mantenimiento de esa reducción de cara al futuro.
¿Qué medidas o acciones concretas se demandan al Gobierno para que el sector portuario no se hunda? ¿Por dónde deben ir los planes de estímulo específicos para este sector?
El sistema portuario tiene capacidad para absorber una reducción de ingresos significativa y poder liberar liquidez así a las empresas del sector.
Conviene recordar que no solo hablamos de los grandes operadores portuarios, sino que el sector está compuesto por muchas pequeñas y medianas empresas que requieren de esta liquidez para mantener su actividad y empleos.
Estas medidas deben ir dirigidas a proporcionar liquidez al sector portuario y a facilitar las inversiones que serán necesarias para responder a las nuevas necesidades y requerimientos que nos vamos a encontrar.
De este modo, a la reducción de tasas se suma la conveniencia de ampliar plazos de licencias y concesiones.
¿Qué se echa en falta ahora mismo?
Sobre todo, mirar al sector portuario en clave económica nacional, como un motor para la recuperación y facilitar, así, el acceso al comercio internacional de las empresas españolas a través de una reducción de los costes del paso de mercancías por los puertos.
¿Qué cosas cree que esta crisis va a hacer que cambien para siempre en el sector portuario en España? ¿Puede tener tanta potencia transformadora?
Es obvio que la tecnología disruptiva aplicada a las infraestructuras de transporte y los sistemas de información al servicio de la seguridad en el transporte marítimo internacional se intensificarán de manera notable en los próximos meses y a nivel global.
De esta forma, el sector portuario español va a tener que adaptarse con las necesarias nuevas inversiones si quiere mantener su competitividad.
El cambio de modelo de Gobernanza portuaria es, sin duda, otra de las grandes asignaturas pendientes en nuestro sistema portuario, donde se debería abordar un debate en profundidad en cuanto al mismo y su reformulación.
¿Para qué o para quién puede llegar a ser esta crisis una oportunidad?
No me gusta hablar de oportunidad en momentos de crisis, pero lo que es obvio es que todas las empresas, no solo las que se dedican al ámbito portuario y logístico, van a tener que asumir nuevos hábitos, nuevas formas de encarar el día a día y fortalecer las debilidades para estar preparados ante situaciones, como la actual, que de manera habitual no se tienen previstas.
El presidente de PIPE se encuentra desde el primer momento en permanente contacto con todos los miembros de la asociación. “Ver a tantas personas sufriendo por esta crisis es francamente doloroso”Como empresario, ¿cómo está siendo su día a día durante el estado de alarma? ¿Está yendo a las oficinas o trabaja desde casa?
Los días de máximo rigor de confinamiento he estado trabajando desde casa. Ahora empiezo, como otros muchos, a ir a la oficina y replantear el modus operandi y retomar e impulsar, poco a poco, todos los proyectos.
¿Cómo se está organizando el trabajo en su empresa con todos los condicionantes? ¿Cómo se han adaptado?
Nosotros decidimos desde muy al principio que el equipo trabajara desde casa para minimizar todos los riesgos. Tengo que dar las gracias a mi equipo, no solo por su rápida adaptación, sino por estar al pie del cañón en todo momento. En ese sentido, me siento un privilegiado.
¿Y en PIPE? ¿Cómo se está estructurando el trabajo?
Seguimos también en remoto desde el primer momento, en permanente contacto con todos los miembros de la asociación para entender la dimensión real del problema y buscando las mejores soluciones posibles para hacer frente al nuevo contexto.
¿Tiene tiempo en estos días de confinamiento, pero a su vez de enorme intensidad, para liberar la mente y buscar alguna actividad que le relaje y distraiga?
Es necesario liberar la mente, por supuesto. Y a mí, como a otras muchas personas, me libera hacer deporte. No puedo salir a correr, como suelo hacer de forma regular, pero sí he intentado mantener una disciplina diaria de realizar ejercicio en casa.
He aprovechado también para recuperar lecturas que puedes llevar a cabo con mayor detenimiento. Y también ver alguna serie que tenía pendiente y que el ritmo frenético no siempre te lo permite.
¿Qué es lo que más le preocupa como persona ahora mismo en este panorama social que se ha creado?
Me preocupa mucho el dolor de tantas familias que han sufrido la pérdida de familiares. Y me preocupa, por supuesto, el escenario económico al que nos vamos a enfrentar. Ver a tantas personas sufriendo por las consecuencias de esta crisis es francamente doloroso. Cada familia tiene sus particulares circunstancias y es injusto que muchas de ellas vayan a tener que sacrificar sus planes de vida e ilusiones y centrarse en cómo van a llegar a final de mes.
¿Qué es lo que más echa de menos estos días?
Bueno. Insisto en el deporte. Es lo que más he echado en falta, sin duda. Y el abrazo y el cariño de mi familia, por supuesto. Es algo que en tu día a día no valoras como corresponde. En ese sentido, nos hemos vuelto todos un poco más humanos.