La inestabilidad geopolítica internacional no es amiga del transporte marítimo de mercancía refrigerada. Necesitada de unos tiempos de tránsito ajustados y que cumplan a rajatabla los horarios, la carga reefer vuelve a enfrentarse a disrupciones que ponen en riesgo su estabilidad y crecimiento, y busca en las nuevas tecnologías y la innovación un nuevo impulso.
VALENCIA. A pesar de lo que pudiera parecer, la debilidad del transporte marítimo de carga reefer no es una situación acaecida en los últimos meses. El pasado año, los volúmenes de mercancía reefer en las grandes rutas marítimas experimentó un notable descenso, según la consultora Drewry. La mayor parte de la caída se produjo en los primeros tres trimestres del año, mucho antes de que los barcos comenzaran a recibir ataques de los rebeldes hutíes en Bab-el-Mandeb. Drewry también pone encima de la mesa una tendencia de debilitamiento en el mercado en general, con una disminución interanual del 0,7% en el comercio mundial de contenedores refrigerados por vía marítima, que se suma a la caída tras del 1,5 % en 2022.
Tras un fuerte aumento del comercio marítimo de contenedores refrigerados en la década de 2010, la debilidad plurianual a partir del año 2020 abre la puerta a que esta bajada no se deba únicamente a las disrupciones puntuales de las cadenas de suministro, sino que haya problemas estructurales más profundos. No obstante, los expertos de la consultora aseguran que habrá que seguir analizando el mercado para constatar si esta tendencia se mantiene o cambia.
A pesar de estas incertidumbres, el panorama que dibuja la consultora es en general positivo para el comercio marítimo de contenedores refrigerados en los próximos años. “Sin embargo, en función de los últimos ejercicios, en los que se ha constatado un crecimiento mediocre o incluso negativo, será importante considerar si se está produciendo un cambio fundamental en la dinámica comercial”, tal y como vaticina Ferenc Pasztor, Head of Ports and Specialised Shipping Research de Drewry.
Consecuentemente, este incierto panorama afecta al día a día de las principales navieras del mundo que gestionan importantes flujos de carga reefer. Todas aquellas que han respondido a este Diario coinciden en señalar que la inestabilidad y los conflictos bélicos están afectado de manera muy directa no sólo a su actividad, sino también al servicio que prestan a sus clientes. La capacidad de adaptación para mantener la fiabilidad de sus rutas y la utilización de las nuevas tecnologías son algunas de las principales herramientas que han permitido a estas navieras mantener su oferta de servicios en este segmento.
Imprevisibilidad
Matías Denegri, Sales Manager de Niche Products en Iberia de Hapag-Lloyd, reconoce que esa inestabilidad genera incertidumbre, “afectando la previsibilidad en los tiempos de entrega y complicando la planificación logística”. Esto impacta especialmente, tal y como recuerda Denegri, en sectores sensibles como el hortofrutícola, donde el tiempo es un factor clave. En ese sentido, la naviera alemana ha respondido “adaptando nuestros modelos operativos, buscando minimizar la dependencia de grandes hubs y optimizando las conexiones directas entre puertos principales”. Estas medidas permiten “una mayor agilidad y flexibilidad”, asegurando la eficiencia de sus clientes.
EL DATO
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DE CARGA. El tonelaje de carga refrigerada en rutas marítimas que normalmente incluirían el Mar Rojo cayó más del 5% en 2023, según los datos de la consultora Drewry.
En términos similares se pronuncia Juan Mengod, Sales Manager Reefer & Special Cargo para España de ONE. Los retrasos en las principales rutas comerciales entre Asia y Europa han creado un efecto dominó en el flujo de contenedores y una situación de volatilidad muy alta. En el caso de los productos perecederos, el desvío a través del Cabo de Buena Esperanza ha tensado aún más los mercados europeos. Los tiempos de tránsito más largos ha obligado a los clientes a buscar mercados alternativos. “En respuesta a ello, las compañías navieras hemos tenido que resistir y adaptarnos a los cambios, buscando soluciones como nuevas rutas e implantando tecnologías avanzadas”, afirma, y pone como ejemplo la implementación de sistemas de atmósfera controlada, antes poco habitual y hoy cada vez más implantada, “lo que pone de relieve la necesidad de innovar ante unas condiciones cambiantes”.
Para David Garrés, Special Trades Manager Spain y Barcelona Sales Manager de COSCO Shipping Lines, la mayor afectación actual es debida a la crisis en Gaza y los ataques a los buques en el Mar Rojo: “Rutas clásicas que ofrecían unos tiempos de tránsito estables se han incrementado mucho, significando un grave problema al transporte de mercancías perecederas”. Y lanza un llamamiento: “Esperemos que en breve vuelva la estabilidad en la zona para recuperar la normalidad lo antes posible”.
Borja Pelayo, Global Head Bananas & Pines de Maersk, incide en que esa incertidumbre e inestabilidad “afecta más de lo que cualquiera no perteneciente a este sector pueda imaginar”, ya que incide de manera directa a las rutas, los tiempos de tránsito o a la puntualidad de las escalas de los buques.
EN DESTACADO
Matías Denegri
Sales Manager de Niche Products en Iberia de Hapag-Lloyd
“Hemos adaptado nuestros modelos operativos, buscando minimizar la dependencia de grandes hubs y optimizando las conexiones directas entre puertos principales”
Borja Pelayo
Global Head Bananas & Pines de Maersk
“Debido a la inestabilidad política en algunas zonas del mundo y al creciente número de hechos meteorológicos desfavorables, debemos contar con alternativas rápidas y soluciones para evitar roturas en la cadena de suministro”
David Garrés
Special Trades Manager Spain y Barcelona Sales Manager de COSCO Shipping Lines
“Cuando hablamos de transporte de mercancías perecederas es vital que siga habiendo un equipo humano que sepa gestionar de la mejor forma cualquier necesidad que tenga el cliente”
Juan Mengod
Sales Manager Reefer & Special Cargo para España de ONE
“La implementación de las nuevas tecnologías nos ayudan a garantizar que los productos de nuestros clientes se manipulen desde origen a destino en las mejores condiciones de calidad”
Nuevas tecnologías
Como en anteriores tensionamientos de la cadena logística, las navieras, en un primer momento, han aguantado el golpe, se han adaptado y han ofrecido alternativas. La cuestión, a partir de este momento, es saber dar respuesta a los retos que imponen esas disrupciones. El propio Borja Pelayo adelanta al respecto que “debido a la inestabilidad política en algunas zonas del mundo y el creciente número de hechos meteorológicos desfavorables, debemos contar con alternativas rápidas y soluciones para evitar roturas en la cadena de suministro”.
Uno de los principales retos en el transporte marítimo reefer es la fiabilidad en los schedules para garantizar que los productos frescos lleguen en el mejor estado posible, por lo que es crucial que la cadena de suministro funcione con precisión absoluta.
Y para lograrlo, el concurso de las nuevas tecnologías y de la innovación es fundamental, según las fuentes consultadas, aunque sin olvidar el equipo humano que está detrás. Al respecto, David Garrés reconoce que la digitalización y nuevas tecnologías, sobre todo la inteligencia artificial, están cada día más presentes, “pero cuando hablamos de transporte de mercancías perecederas es vital que siga habiendo un equipo humano que sepa gestionar de la mejor forma cualquier necesidad que tenga el cliente”, de ahí la apuesta de la naviera por la mejora continua del Customer Service.
Matías Denegri apunta en esa misma dirección. “El avance tecnológico en contenedores reefer ha mejorado la eficiencia energética, reduciendo la carga de trabajo de los compresores y manteniendo las condiciones óptimas de refrigeración”, expone, algo que no sólo ayuda a conservar los productos en perfecto estado, sino que también contribuye directamente a la sostenibilidad ambiental. “En Hapag-Lloyd, nos comprometemos a reducir nuestras emisiones de CO2 en un 30% para 2030, con el objetivo final de alcanzar la neutralidad de carbono en 2045”, asegura.
La implementación de esas nuevas herramientas tecnológicas requiere de grandes inversiones por parte de las navieras, que abarcan desde mejoras en los propios contenedores a sistemas de seguimiento de la mercancía y plataformas para la gestión de procesos, pasando por buques cada vez más eficientes. En ese sentido, Juan Mengod afirma que todo este proceso de transformación digital “nos ayuda a garantizar que los productos de nuestros clientes se manipulen desde origen a destino en las mejores condiciones de calidad”. En el caso de las cargas delicadas como los productos perecederos “debemos garantizar la frescura y el sabor de sus productos, así como su conservación durante todo el viaje hasta el consumidor final”.
Deshojando la margarita de la tecnología adecuada
“Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental. Cada mejora tecnológica disminuye las incidencias y con ello el desperdicio de comida y además suelen venir acompañadas de una mejora en sostenibilidad”. Esta afirmación de Borja Pelayo, Global Head Bananas & Pines de Maersk, resume a la perfección la importancia de las nuevas tecnologías en los procesos de transporte marítimo de mercancía refrigerada. Pero, además, los procesos de transformación digital permiten también “mejorar la trazabilidad y control de las cargas, y una reducción de los tiempos de respuesta ante cualquier incidencia que pueda producirse”, según David Garrés, Special Trades Manager Spain y Barcelona Sales Manager de COSCO Shipping Lines.
Sin embargo, no vale cualquier de ellas. Tal y como aseguran los expertos consultados, hay que analizar el tipo de mejora que se va a implementar de una manera cuidadosa, ya que dependerá de muchos factores, como la mercancía a transportar, el tiempo que va a pasar en tránsito, el mercado al que va dirigido o las infraestructuras dedicadas al transporte de contenedores reefer en los puertos de destino.
Por ejemplo, el monitoreo en tiempo real y la capacidad de ajustar estos parámetros de forma remota permiten alargar la vida útil de los productos y reducir el riesgo de descomposición. Para ello, “las mejoras en sistemas de ventilación garantizan un flujo de aire constante dentro del contenedor, preservando la calidad del producto”, tal y como puntualiza Matías Denegri, Sales Manager de Niche Products en Iberia de Hapag-Lloyd, quien resalta que “el uso de sensores avanzados y la monitorización continua aseguran una respuesta rápida ante cualquier posible anomalía”.
Juan Mengod, Sales Manager Reefer & Special Cargo para España de ONE, pone encima de la mesa otras opciones, como el control de la atmósfera interior del contenedor o procesos de control de frío para desinfectar mercancías como las frutas y protegerlas de plagas.
