Menú
Suscripción

“Los ciudadanos exigen cada vez más ser parte del debate sobre las grandes infraestructuras”

Nacida hace más de 30 años de la voluntad de los actores urbanos y portuarios de desarrollar el diálogo en plena transformación de la relación puerto-ciudad, la AIVP se ha ido consolidando como “la asociación de referencia mundial para acompañar las estrategias conjuntas de desarrollo sostenible puerto-ciudad”. Por ello, dado el interés creciente por estos proyectos de integración puerto-ciudad, este Diario se entrevista con su presidente, Philippe Matthis, quien reconoce que hoy “hay una mayor demanda y presión para que haya una gobernanza transparente y para que los puertos sean activos en su territorio. Si hace unas décadas era más sencillo imponer una cierta visión sobre un modelo de desarrollo, hoy en día esto no ocurre”.

  • Última actualización
    24 marzo 2021 16:07

El reto que se han marcado en la AIVP es importante: “Mejorar la relación entre la ciudad y el puerto en el contexto de la cooperación mutua para un desarrollo urbano, portuario y económico más sostenible, responsable e innovador, situando al ciudadano en el centro de su acción”. Para alcanzarlo, ¿cuáles son sus principales líneas de acción?

El reto es sin duda mayúsculo, pero hay que ser ambiciosos. Para conseguir este objetivo, la misión de la AIVP es muy clara: inspirar a la gente de las ciudades portuarias, como dice nuestro nuevo lema. Tanto en las ciudades como en los puertos las personas son la base de todo, incluyendo desde el presidente de la autoridad portuaria o el alcalde, al estibador, los habitantes y los más jóvenes. Nuestro objetivo se mantiene inalterado: compartir la información, las investigaciones académicas, los proyectos y planos innovadores, y las buenas prácticas. Para ello tenemos nuestra plataforma online. 

Otra línea de actuación es nuestra creciente presencia en proyectos internacionales, tanto en Europa como en otras partes del mundo. Estamos activos en varios proyectos o candidaturas, ya sea en colaboración con nuestros miembros o con expertos de nuestra red, acompañando investigaciones académicas. Esto nos permite insistir, en estos proyectos que influyen en las políticas de desarrollo y financiación, en una perspectiva puerto-ciudad, por ejemplo, en el contexto europeo. Estos proyectos van desde la adaptación al cambio climático, la transición energética, la protección de la biodiversidad o la movilidad sostenible. 

“El puerto debe ser un motor de creación de valor para su entorno y no es sólo el puerto el que debe verlo de esta forma, los demás actores urbanos también”

“Es necesaria una mayor cooperación y diálogo entre instituciones para que los planes de desarrollo urbanos y portuarios sean coherentes”

Los últimos años se ha percibido un mayor interés de los puertos por potenciar las relaciones con sus ciudades. ¿Por qué cree que ha sido así? 

Hay cada vez mayor conciencia de que el puerto no funciona de forma independiente, conectado solo por vías rápidas o trenes a su hinterland. Está rodeado por un territorio urbano o periurbano con sus habitantes. Cada vez tenemos mayor conciencia de los efectos negativos que ciertas actividades industriales y logísticas pueden tener en nuestro planeta y para los ciudadanos. No creo que los líderes de los puertos estén dispuestos a ignorar la nueva información que va surgiendo y las nuevas soluciones. Estoy seguro de que a medida que vayamos descubriendo los problemas, todos querrán ser parte de la solución o al menos contribuir a ella.

Igualmente, los ciudadanos exigen cada vez más ser parte del debate sobre el desarrollo de grandes infraestructuras. Hay una mayor demanda y presión para que haya una gobernanza transparente y para que los puertos sean activos en su territorio. Si hace unas décadas era más sencillo imponer una cierta visión sobre un modelo de desarrollo, hoy en día esto no ocurre. La relación de las ciudades y los ciudadanos es una parte fundamental para el desarrollo futuro de los puertos. 

Creo que los puertos quieren sentirse actores valiosos para su territorio, aportar valor, ayudar a mejorar la calidad de vida, tanto como los ciudadanos pueden ver en el puerto un componente fundamental para su crecimiento. No es sencillo ya que, aunque estemos más fácilmente de acuerdo en el problema que pueda existir, no siempre lo estaremos en la solución. Aquí es donde se encontrará el desafío. 

 

En su opinión, ¿cuáles deberían ser las principales preocupaciones de los puertos para con sus entornos más directos?

Hay que encontrar un equilibrio con el entorno directo y esto se consigue, por un lado, reduciendo las externalidades que afectan al medio ambiente y a la calidad de vida de los habitantes, y, por otro, acentuando las ventajas. Estas ventajas tienen que ir más allá de la creación de puestos de trabajo a corto plazo, ya que la automatización va en aumento, y el impacto directo en el PIB local. El puerto debe ser un motor de creación de valor para su entorno y no es sólo el puerto el que debe verlo de esta forma, los demás actores urbanos deben verlo igualmente y estar preparados para las oportunidades que pueden suponer las actividades portuarias.

Entre los hitos de la AIVP se encuentra la firma de acuerdos de cooperación con otras organizaciones. El más reciente se ha firmado con ONU Habitat (Memorandom of Understanding). En la imagen, Marco Kamiya, entonces head of urban economy and finance de ONU Habitat, y Philippe Matthis, presidente de la AIVP. “En muchas ciudades portuarias los ciudadanos, e incluso los técnicos urbanos, no conocen el puerto y esto es un problema”En muchos países, la relación puerto-ciudad no es tan estrecha y cordial como nos gustaría. En ocasiones, las batallas políticas lastran los proyectos a desarrollar e incluso afectan negativamente a la imagen de los puertos ¿qué les diría a quienes no apuestan por esta colaboración? ¿Es vital el diálogo e intercambio de conocimiento entre las partes?

El diálogo es la base de todo. Intentar imponer una visión generará más problemas que oportunidades. No digo que sea fácil encontrar un acuerdo o que la colaboración sea sencilla. Hay objetivos que son muy diferentes, cada parte tendrá una ambición o una visión diferente sobre lo que puede ocurrir en el frente costero, pero es necesario construir puentes para llegar a un entendimiento. Al igual que es necesario entender que la relación puerto-ciudad no es equivalente a la relación entre la autoridad portuaria y el ayuntamiento. Tanto la ciudad como el puerto son ecosistemas de actores complejos, cada uno con sus prioridades.

En muchas ciudades portuarias los ciudadanos, e incluso los técnicos urbanos, no conocen el puerto, y esto es evidentemente un problema. Lanzarse al debate sin tener buena información sobre algunos aspectos fundamentales puede provocar que crezca la tensión y sea infructífero. 

Igualmente, los puertos deben ganar una mayor sensibilidad con el entorno que les rodea, aunque ya se ha avanzado considerablemente. Sin duda hace falta ampliar la comprensión mutua y, para eso, los equipos multidisciplinares pueden ayudar. En los ayuntamientos de ciudades portuarias sería muy útil contar con técnicos que puedan entender cómo funciona un puerto, los aspectos principales y sus desafíos. Igualmente, en el puerto podría ayudar que hubiese técnicos que tengan una formación y experiencia que les permita entender el funcionamiento de la ciudad. No creo que esto sea una receta mágica, pero sin duda puede ayudar y ya se está llevando a cabo en algunos casos.

Finalmente, el modelo a alcanzar en las relaciones puerto-ciudad sería...

Hoy en día hay un debate sobre la definición de la relación puerto-ciudad en varios países del mundo, como España, Chile o México. Este debate es algo necesario, ya que, en muchos casos o la mayoría, la relación puerto-ciudad y la aportación de los puertos al territorio permanece de alguna manera indefinida, dependiendo del contexto, de la situación financiera o incluso de la sensibilidad de los líderes de los mismos puertos. Una mayor transparencia, sin duda, ayudará tanto a unos a saber cómo deben o pueden contribuir y a otros a saber qué pueden esperar.

Por otro lado, es necesaria una mayor cooperación y diálogo entre instituciones, de forma que los planes de desarrollo urbanos y portuarios sean coherentes, tanto a nivel de infraestructuras concretas como a nivel estratégico. Dentro de este diálogo es necesario incluir a los ciudadanos. La concertación continua, no solo en momentos de tensión ligados a nuevos proyectos, ayudará a que la relación sea más fluida, a que haya mayor confianza mutua, pero es un proceso que lleva su tiempo y sus resultados difícilmente son mensurables.

La AIVP adapta los ODS en su Agenda 2030La AIVP ha creado la “Agenda 2030 de la AIVP”, primera iniciativa mundial que adapta los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) al contexto específico de las relaciones puerto-ciudad. ¿Por qué han desarrollado esta Agenda? ¿Cuáles son los compromisos? 

La Agenda 2030 para un desarrollo sostenible, que incluye los famosos 17 ODS, tiene una importancia enorme para el desarrollo global en la próxima década. Por su complejidad en la negociación y su alcance a todas las actividades humanas en el planeta los ODS son relativamente amplios. Por lo tanto, hacía falta concretar. En este marco, la AIVP, asumiendo una cierta posición de liderazgo en lo que se refiere a la relación puerto-ciudad, decidió avanzar con esta iniciativa: la Agenda 2030 de la AIVP para adaptar este esfuerzo global al contexto de las ciudades portuarias.

En la Agenda hemos adaptado los ODS a 10 objetivos principales que son: adaptación al cambio climático, transición energética y economía circular, movilidad sostenible, gobernanza renovada, invertir en el capital humano de las ciudades portuarias, cultura portuaria e identidad, alimentación de calidad para todos, interfaz puerto-ciudad, salud y calidad de vida y proteger la biodiversidad. Cada uno de estos objetivos tiene de cuatro a cinco subobjetivos para ser más precisos en relación a lo que pueden hacer los actores de las ciudades portuarias para desarrollar de forma sostenible esta relación, y por tanto al objetivo global del desarrollo sostenible. 

Hasta ahora han ratificado la Agenda 2030 de la AIVP unas 100 organizaciones, incluyendo buena parte de las autoridades portuarias de España, además de varios ayuntamientos.

Inicialmente esta iniciativa la estábamos haciendo para nuestros miembros, para inspirarles, por un lado, con unos objetivos claros y una fecha concreta (2030) y, por otro, para conseguir un mayor compromiso.

La AIVP participó en la conferencia de Quebec. “Para este año nuestro objetivo principal es mantener el contacto con nuestros miembros”La AIVP desarrolla muchas actividades para mejorar la relación entre las ciudades y los puertos, ¿cuáles destacaría?

Vemos 2021 como un año de transición. Todavía no nos hemos recuperado del terrible 2020. Para este año nuestro objetivo principal es mantener el contacto con nuestros miembros, aunque sea de forma virtual, como estábamos haciendo en 2020, y promover nuestra Agenda 2030. Hemos intensificado los intercambios con ellos y la respuesta ha sido excelente. Este año esperamos poder realizar nuestra conferencia mundial que debía haber sido en Tánger en octubre de 2020, pero que se pospuso un año al mismo mes de 2021 (tomaremos la decisión final en breve). 

Acabamos de lanzar nuestra nueva imagen en la que ponemos de forma más explícita el acento en los ciudadanos y, durante los próximos meses, vamos a lanzar nuevas funcionalidades para nuestros miembros.

“Se está desarrollando un trabajo realmente impresionante en muchos lugares del mundo y es necesario visibilizarlo, porque puede inspirar acciones en otras ciudades portuarias”

Además, la AIVP está activa a varios niveles. Cumple su misión de compartir el conocimiento relevante para el desarrollo de relaciones sostenibles entre ciudades monitorizando este tema de forma constante, seleccionando el contenido relevante y compartiéndolo con sus miembros, ya sea a través de newsletters semanales, como de otras publicaciones. Igualmente, publicamos entrevistas y artículos de nuestros miembros y expertos, centrándonos en cada uno de los objetivos de la Agenda. Se está desarrollando un trabajo realmente impresionante en muchos lugares del mundo y es necesario visibilizarlo, porque puede inspirar acciones en otras ciudades portuarias. Igualmente realizamos webinars una vez al mes para discutir nuevos proyectos relacionados con los 10 objetivos de nuestra Agenda. Seguimos colaborando de forma cercana con los miembros que nos piden asistencia y estamos también activos en varios proyectos europeos e internacionales. Esto nos permite, por un lado, acompañar las innovaciones en diferentes sectores y compartirlas y, por otro, aportar nuestro punto de vista reforzando la necesidad de considerar la interacción puerto-ciudad en esos proyectos.

33 años: grandes hitos de la AIVPLa AIVP nació en 1988, un año después de la publicación del informe Brundtland que definió lo que hoy conocemos como desarrollo sostenible. Desde entonces, sus principales hitos han sido:

1. La participación en tratados que han conseguido la concordia de ciudades y puertos de todo el mundo para marcar principios y objetivos alineados con los tratados de la ONU para el desarrollo sostenible (Carta de Montreal, Carta de Sidney para el desarrollo sostenible de las ciudades portuarias; o la Agenda AIVP 2030, lanzada en 2018 y conectada con los ODS.

2. La creación del Port Center Network en 2013 y la Carta de los Port Centers.

3. la celebración de 16 conferencias mundiales que han sido el “check point” de cómo evolucionaba la relación puerto-ciudad y las soluciones innovadoras que se proponían en cada caso.

4. La AIVP pasó a tener miembros en todos continentes.

5. Y la firma de acuerdos de cooperación con otras organizaciones. El más reciente se ha firmado con ONU Habitat.