Madrid. “Los consignatarios puros seguimos siendo imprescindibles para el buen desarrollo de las actividades portuarias. Somos un agente ‘libre’ en las relaciones de las comunidades portuarias. El encaje del resto de actuantes: navieros, servicios, autoridades y policías”, señala el director de Empresas Masiques, Miguel Sánchez Puente. En este sentido, apunta que el valor diferencial que aporta el consignatario es el know how específico de las realidades operativas y normativas de los puertos en los que desarrolla sus labores. “Ese conocimiento práctico y red de colaboración con todos los agentes de una comunidad portuaria aportan un valor fundamental (reducción de tiempos en tramitaciones, agilidad en la consecución de soluciones logísticas y legales, capacidad de interlocución con todos los intervinientes). Somos el engrase necesario de la cadena portuaria”, apunta.
Los consignatarios también se enfrentan al incremento de competencia tras el avance de las telecomunicaciones. Así, el director de Empresas Masiques explica que están apareciendo nuevos operadores procedentes cualquier puerto por lejano que esté, que son capaces de prestar sus servicios principales desde una oficina central ubicada en cualquier lugar. “La pandemia ha permitido avanzar en la gestión de procesos telemáticos, simplificando y agilizando trámites pero, a su vez, ha vaciado de contenido la labor del consignatario a la vista de muchos responsables operativos de las navieras. Debemos ser capaces de recuperar ese percepción de valor haciendo lo que siempre hemos hecho, dando el mejor servicio de siempre y aportando soluciones”.
Ante estos nuevos retos, los principales factores diferenciadores de una compañía como Empresas Masiques es “conservar lo mejor de la consignación tradicional y generar una red más global”. En este sentido, Sánchez Puente señala que “en una realidad económica y operativa en tiempo real como se exige que sea la nuestra es importante integrarnos aún más con las autoridades portuarias y marítimas, así como con los transitarios/cargadores para mejorar nuestras relaciones, sin olvidar que los procesos y sistemas del consignatario tienen un alto componente personal”, y apunta que “en los próximos años vamos a ver todo un crecimiento vertiginoso de la información en tiempo real integrada en toda la cadena logística”.
En cuanto a la normativa desarrollada en los últimos años para regular la figura del consignatario en España, Sánchez Puente apunta que, “aunque sea un gran avance, llega un tanto tarde”. Además, considera que el registro de consignatarios es “imprescindible” y el acceso al mismo “debe ser suficientemente exigente como para garantizar el buen hacer profesional y capacidad financiera, siempre defendiendo la libre competencia”. Asimismo, señala que es “fundamental la implantación de un plan de estudios y obtención de una titulación oficial”, concluye.