Tal y como ha podido saber este Diario, el Comité de Empresa de Amarradores del Puerto de Sagunto -empresa participada al 100% por Cemesa, filial del Grupo P & O Reyser- ha convocado una huelga los días 13, 15, 17, 19, 20, 22, 24, 26, 27, 29 y 31 de diciembre de 2021 y los días 2, 3, 5, 7 y 9 de enero entre las 5 y las 9 horas y las 18 y las 22 horas. Según las fuentes sindicales consultadas, “nuestro objetivo es forzar a la empresa a llegar a un acuerdo”.
Esta mañana, ambas partes se daban cita en el Tribunal de Arbitraje Laboral con el objetivo de desbloquear el conflicto, aunque el encuentro no ha fructificado. Tras la reunión, los sindicatos han trasladado una propuesta a la empresa, aunque las fuentes empresariales consultadas matizan que ésta “no se ajustaba a lo que con anterioridad a esta reunión se había demandado por parte de los sindicatos”, y que tenía en las escalas de los buques gaseros su principal punto de desacuerdo.
De hecho, desde la empresa se afirma que “estamos a la espera de una propuesta de negociación del Comité de Huelga sobre las condiciones laborales para que podamos estudiarla”.
A pesar del establecimiento de los servicios mínimos, que ya han sido fijados por la Delegación del Gobierno, desde la empresa advierten que las movilizaciones “afectarán a los tráficos del puerto”, mantienen la puerta abierta a seguir negociando y estudiando propuestas “siempre que sean firmes” y recuerdan que “hemos hecho cuatro propuestas diferentes acerca de las operaciones con los buques gaseros, y ninguna ha satisfecho las demandas sindicales”.
Por su parte, desde la parte sindical se acusa a Amarradores del Puerto de Sagunto de “no querer llegar a un acuerdo”. En ese sentido, denuncian que “llevamos arrastrando esta situación desde hace meses, y hemos advertido en numerosas ocasiones a la empresa que esta situación podría llegar debido a la situación límite que arrastra la plantilla”.
Esa situación límite, según la versión sindical, pasa por sobrepasar “en más de 700 horas” la jornada máxima anual, pluses por libre disposición “pequeños” y el acumulamiento de tareas para otras empresas “con el mismo personal que también tiene que atender la operativa de amarre”.
Uno de los grandes puntos importantes del conflicto se encuentra en el aumento de operativa de los buques gaseros. Los sindicatos afirman que este año se han atendido más de 40 unidades, una cifra que sobrepasa la de años anteriores. La empresa reconoce este aumento, pero lo achaca al conflicto energético con Argelia. En ese sentido, mientras que desde el Comité de Empresa se advierte que este aumento de escalas se mantendrá el año que viene, desde la empresa afirman que “es un tráfico muy irregular”, por lo que "en estos momentos es muy complicado hacer previsiones".
Así y todo, los sindicatos demandan un aumento de la plantilla con la que poder atender estas previsiones y poder distribuir de una manera “más eficiente” el reparto de la carga de trabajo.
Ambas partes, sin embargo, mantienen las puertas abiertas para el diálogo.