Alegando motivaciones estrictamente sanitarias derivadas del COVID-19, las autoridades de Marruecos anunciaron ayer domingo que sólo se permitirá la conexión marítima entre Europa y Marruecos a través del puerto francés de Sete y el puerto italiano de Génova, quedando por segundo año consecutivo prohibidas las conexiones con los puertos españoles.
Está decisión se prevé que vuelva a generar por segundo año consecutivo un fuerte impacto en el ámbito portuario y naviero español.