A través de grabados, la exposición recoge la retrospectiva del Puerto de Valencia entre finales del siglo XVII y el siglo XIX. Por otra parte, y con la colaboración de la Catedral de Valencia y de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, también se puede ver en el Micalet una réplica del telégrafo portuario que permitía informar, a mitad del siglo XIX, de la llegada de los buques, su procedencia o su destino. De esta manera, el telégrafo vuelve a funcionar como nexo de unión entre el puerto y la ciudad, atrayendo a los visitantes de un punto a otro de Valencia.