VALENCIA. Más de dos meses han pasado desde los fuertes terremotos que acabaron con la vida de miles de personas en Turquía y Siria, y aunque la situación sobre el terreno de los refugiados va mejorando muy lentamente, siguen necesitando las cosas más básicas.
Çimsa es un fabricante de cemento que tiene una planta muy cerca de Valencia, en la localidad de Buñol, y se puso en contacto con MSC para pedirle colaboración en el transporte de dos contenedores de ayuda humanitaria a la zona afectada. Todo lo recogido es fruto de la labor desinteresada de sus empleados y los vecinos de los municipios cercanos a su planta que se han encargado de recoger productos y materiales para los damnificados del terremoto. Una gran avalancha de solidaridad que ha reunido una cantidad asombrosa de material equivalente a dos contenedores de 40 pies.
Debido a la estrecha relación que MSC tiene con la empresa, Çimsa recurrió a la naviera no solo para disponer de los dos contenedores, sino también para que hicieran llegar toda esa ayuda humanitaria hasta la zona afectada donde ya está siendo repartida entre la población.
En palabras de Ignacio Ballester, subdirector de MSC España: “En MSC nos enorgullecemos de tener unos fuertes valores que nos guían en nuestro día a día y nos hacen dar lo mejor de nosotros mismos. Somos una empresa que se involucra de manera responsable y positiva en el entorno que nos rodea, y, estando en todas partes del mundo, no nos faltan oportunidades de ayudar. Un problema que vemos habitualmente en nuestra sociedad es que cuando las catástrofes dejan de ocupar las páginas de los periódicos o de aparecer en nuestras televisiones las olvidamos, aunque la realidad sigue siendo muy diferente como es el caso de Turquía, un país muy castigado”.