A la espera de un 2022 explosivo en nueva oferta mundial de carga
El sorpaso que se acaba de producir por parte de MSC sobre Maersk no es algo inesperado, sino que se produce en un contexto en el que las grandes navieras están llevando a cabo ampliaciones de flotas con el objetivo de satisfacer las altas cotas de demanda del mercado.
El comportamiento de esa demanda puede estar detrás de esta carrera de los operadores marítimos por ampliar sus flotas de buques portacontenedores. Aunque el último Goods Trade Barometer, elaborado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), subraya una caída pronunciada en productos de automoción y los componentes electrónicos -productos con un alto movimiento comercial mundial-, lo cierto es que, en lo que respecta al tráfico global de contenedores y según las estimaciones del RWI/ISL Container Throughput Index, se observa una evolución positiva, persistiendo desde el mes de abril del pasado año una senda alcista.
La carrera por aumentar la oferta marítima tiene lugar, además, en un momento en que la oferta de capacidad en el mercado sigue siendo elevada, empleando las navieras todos los buques disponibles, de modo que la flota comercialmente inactiva se mantiene en niveles mínimos. Hoy por hoy, hay menos de 60 buques ociosos, con una oferta de capacidad que no llega a las siete décimas de la total a nivel mundial.
Durante toda la pandemia, muchos eslabones de la cadena logística mundial han recriminado a las grandes alianzas de navieras el hecho de no haber puesto en el mercado la suficiente oferta como para poder atender los grandes picos de demanda que se han ido produciendo en los últimos meses. De hecho, transitarios y empresas cargadores han acusado a las navieras de obtener beneficios a costa de unos fletes que en 2021 han alcanzado valores superiores a los 13.000 dólares por contenedor de 40 pies en algunas rutas marítimas.
De hecho, la presión que siguen ejerciendo esos fletes es altísima. En la primera semana de enero, el World Container Index (WCI) elaborado por Drewry ha crecido un punto hasta los 9.409 dólares. En esta ocasión, han sido las rutas entre Asia y Estados Unidos las que han experimentado las mayores subidas: la costa este refleja un incremento del 3% hasta los 13.518 dólares, mientras que la costa oeste creció otros tres puntos hasta los 10.520 dólares. Las rutas que unen Extremo Oriente con el norte de Europa, por un lado, y el Mediterráneo Occidental, por otro, se mantienen estables.
La respuesta de los operadores marítimos ha sido la de ampliar flotas a través de buques nuevos. Sin embargo, esas nuevas unidades no irán entrando en funcionamiento hasta este año 2022, un ejercicio que, paradójicamente, podría convertirse en uno en los que más unidades nuevas entran en el mercado, algo que no ocurre desde el año 2015, cuando la capacidad ofertada superó los 1,7 millones de TEUs. En 2020, sin embargo, la flota mundial de contenedores creció únicamente un 2,9%.