La parte más compleja de la obra de construcción del muelle de Balears llega a su final. La construcción y la colocación de los 11 cajones ha durado aproximadamente tres meses desde su inicio a finales de julio. “Todo ha funcionado sin ninguna traba”, explica Carles Segura, director de Infraestructuras y Conservación del Port de Tarragona.
La última operativa de colocación de los cimientos de hormigón se realizó ayer por la tarde, después de que el cajón hubiera sido botado el pasado miércoles en las inmediaciones del muelle de Catalunya.
Tanto el proceso de fabricación como el de colocación eran de gran complejidad y han necesitado de la colaboración de diferentes servicios portuarios. En la fabricación de los cajones ha trabajado de forma simultánea entre 50 y 60 personas a turnos las veinticuatro horas los siete días de la semana. La cadencia de construcción ha sido de un cajón por semana, la misma que para su colocación.
Los cajones, la base del muelle de Balears
Cada uno de los 11 de los cajones fabricados tiene 41,05 metros de eslora, 16,75 metros de manga y 21,30 metros de altura. El peso de un cajón vacío es de 7.288,80 toneladas, mientras que lleno se calcula que será́ de 33.440,65 toneladas. Para el forjado de estos 11 cajones se han destinado más de 3 millones de kilos de acero.
Dentro del dique flotante que ha construido cada uno de los once cajones cada operario y grupo de trabajadores han tenido su espacio y las tareas muy definidas, esta coordinación ha permitido acabar de forma exitosa con los plazos establecidos en el calendario.
Diferentes servicios portuarios también han trabajado en la botadura y colocación de los cajones, han estado principalmente los remolcadores y el servicio de barqueros y amarraje. Ambos servicios han realizado importantes tareas en la extracción y la botadura de los cajones del dique flotante “Mar del Aneto” y en el posterior movimiento y colocación de los cajones en su posición definitiva. Tareas de muy alta precisión.
El nuevo muelle de Balears
El nuevo muelle de Balears contará con una superficie de 4 hectáreas y una línea de atraque de unos 700 metros. Este muelle se destinará a la actividad de cruceros y se espera que entre en funcionamiento a mediados del año próximo. El muelle permitirá́ la llegada de varios cruceros de manera simultánea y podrá recibir los cruceros más grandes.