Este año, y dadas las circunstancias provocadas por la pandemia de la Covid-19, el Port de Barcelona ha priorizado la seguridad por ante todo. Así, se ha decidido apostar por un acontecimiento centrado en una espectacular iluminación navideña, que permitirá cumplir ampliamente con las medidas preventivas ante la covid-19.
Una combinación de tradición y modernidad por tierra y mar
La luz y el color llenarán el Port Vell de Barcelona tanto por tierra como por mar con una combinación de tradición y modernidad. Un espectacular árbol led de 31 metros de altura, el más alto de nuestro país, configurará el elemento central y de visita por el ciudadano, ofreciendo cada tarde un espectáculo luminoso al ritmo de la música.
Un pesebre acuático y la representación de la llegada de los reyes magos de Oriente iluminarán la lámina de agua de frente al muelle de la Madera. Además, atracados al muelle, estarán los barcos históricos del Museo Marítimo de Barcelona engalanados. El muelle de Bosch y Alsina se convertirá en un bulevar de luces, aconteciendo una calle más de la ciudad de Barcelona.
Control de acceso con QR y personal de seguridad
Para garantizar la seguridad del todos los visitantes al "Nadal al Port", se ha previsto un estricto protocolo con medidas de higiene, distanciación social y limitación de aforo para acceder al árbol de Navidad.
Se habilitará un recorrido cerrado y unidireccional que será controlado por personal de seguridad que requerirán un código QR a los visitantes, que podrán conseguirlo a través de unos paneles situados a los accesos, y que permitirá controlar el aforo en todo momento.
El Port de Barcelona se suma, un año más, a la celebración de la Navidad en la ciudad con el objetivo de devenir un espacio de encuentro, fortalecer la relación puerto-ciudad y contribuir a la dinamización social, cultural y económica del territorio.