La empresa que resulte adjudicataria dispondrá de dos meses para preparar la parcela de 60.154 metros cuadrados antes de abrirla al público, a pesar de que al final de esta actuación el vecindario de Natzaret podrá disfrutar de aproximadamente la mitad de la superficie, más de 30.000 metros cuadrados.
Próximamente la ciudadanía podrá hacer uso de un nuevo espacio verde con juegos infantiles, un circuito para bicicletas (pumptruck), un rocódromo, una explanada multiusos, mesas de pícnic, árboles y vegetación, además de una pasarela de madera junto a un magnífico ejemplar de eucalipto que emula el antiguo camino a la playa de Natzaret desaparecida décadas atrás.
El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha recordado el carácter temporal del Espai Natzaret, “puesto que el futuro proyecto del Parque de Desembocadura intervendrá sobre este espacio”.
“Pero hasta que este gran proyecto sea definido y ejecutado, los vecinos y vecinas de este barrio podrán utilizar esta gran zona verde provisional. Un nuevo espacio para la ciudad de València, que avanza hacia un modelo mucho más sostenible y naturalizado”, ha manifestado el edil.
El vicealcalde se ha referido asimismo al Parque de Desembocadura como “uno de los proyectos de infraestructura verde más importantes de la ciudad”, que abordará la prolongación del antiguo cauce del río Túria hasta el mar y “resuelve una deuda histórica con el barrio de Natzaret”.
El Parque de Desembocadura se convertirá en un pulmón verde de la ciudad como el Jardín del Túria o el Parque Central, comprende 253.411 metros cuadrados y tiene un coste estimado de 36 millones de euros, si se incluyen los últimos tramos del Jardín del Túria.
El objetivo de la licitación de la primera parcela que formará parte del Parque de Desembocadura es realizar las actuaciones necesarias para que las personas usuarias puedan acceder de forma segura.
Como ha recordado el vicealcalde, se trata “de un espacio posindustrial, ocupado hasta hace unos años por la antigua fábrica Arlesa-Moyresa-Bunge, que ha sido reconvertido en zona verde, pero que todavía muestra restos de su pasado industrial como escombros y elementos peligrosos”.
Sergi Campillo ha explicado que “se ha aprovechado el máximo número de superficies constructivas de las antiguas edificaciones existentes que permanecen en buenas condiciones, y se han conservado aquellos elementos botánicos que podían integrarse en la nueva zona verde resultante”.
Según ha señalado el titular de Ecología Urbana, “nuestra intención era haber abierto el Espai Natzaret hace muchos meses”, pero se detectaron en los terrenos escombros y restos metálicos, por lo que “decidimos ser prudentes y priorizar la seguridad”.
En ese contexto, el Ayuntamiento encargó la redacción de un proyecto de acondicionamiento, “la empresa ya nos lo ha entregado hace unas semanas y ahora licitamos su ejecución”. De la parcela de más de 60.000 metros cuadrados se dejará abierta al público más de la mitad, mientras que el resto de áreas se cerrarán “para que no sean accesibles y no haya riesgo de accidente”.
Las que se dejen abiertas “vamos a acondicionarlas perfectamente para que cumplan con la normativa de seguridad y accesibilidad, de forma que los vecinos y vecinas de Natzaret puedan disfrutar de una zona verde de más de 30.000 metros cuadrados hasta que se aborde la construcción definitiva del Parque de Desembocadura”.
El Ayuntamiento, a través del Organismo Autónomo Municipal (OAM) de Parques y Jardines, ha licitado las obras de acondicionamiento del Espai Nazaret, que formará parte del futuro Parque de Desembocadura. Trabajos contemplados Entre los trabajos que se llevarán a cabo en el Espai Natzaret se encuentra: pavimentar algunas zonas, demoler pavimentos y poner vegetación después, instalar una red de riego que permita plantar árboles y arbustos, pintar superficies pavimentadas para crear espacios deportivos y de juegos infantiles, colocar mobiliario urbano, cerrar áreas puntuales y tratar puntos críticos que puedan suponer un problema para la seguridad de las personas.
El año pasado el servicio municipal de Jardinería y el OAM Parques y Jardines Singulares ya realizaron una intervención conjunta en esta superficie, perteneciente a la Autoridad Portuaria de València y puesta a disposición del Ayuntamiento. Así, en 2020 se han limpiado los viales, se ha preparado una red de bocas de riego, se han plantado algunos árboles y se han colocado mesas de pícnic, bancos y papeleras.
También se ha creado una pradera rústica alrededor de un ejemplar de eucalipto y, al lado, una pasarela de madera que discurre por la que fue la línea hacia la antigua playa de Natzaret. Además, la Fundación Deportiva Municipal ha instalado un circuito para bicicletas, un rocódromo y juegos de rayuela.