Los trabajos de ejecución de las obras tienen una duración prevista de dos meses desde su fecha de inicio, este mes de septiembre. Las obras consistirán primeramente en el derribo de los pavimentos actuales y posteriormente en la colocación de pavimentos MBC (mezcla bituminosas en caliente) y pavimentos de hormigón.
Las obras se iniciarán al muelle de Castilla y avanzarán hacia el muelle de la Rioja y el muelle de Reus. El plan es continuar después por la zona de Levante al muelle de Aragón, puente móvil, y muelle de Catalunya para acabar en la zona de ribera en el muelle de Andalucía. Las actuaciones se harán por fases y por zonas para evitar interrupciones en las operativas portuarias que se llevan a cabo en los respectivos muelles.
Port de alta capacidad
El Port de Tarragona es una infraestructura con una alta capacidad y ocupación. Esto hace que se genere una cantidad de tráfico pesado muy importante y que la intensidad de la misma sea considerable sobre todo en los viales principales, de forma que los requerimientos sobre el firme sean exigentes.
El proyecto identifica las zonas y la solución técnica adecuada para cada una de ellas, con la intención, de minimizar la inversión. Desde hace años la política de la Autoridad Portuaria de Tarragona es la de actuar para mejorar la capacidad portante de este firme para aumentar la durabilidad de los pavimentos.
Durante el mes de julio entraron y salir del Port de Tarragona un total de 57.922 camiones, un 6% más que en el mismo periodo de 2020, mientras que en el acumulado anual se ha contabilizado ya 425.311 camiones, el que supone un aumento del 8,4%.