En concreto, la APBA ha reducido a la mitad su huella de carbono actual respecto a la registrada en 2017, pasando de un ratio de 3,52 a 1,77 en 2020.
El cálculo se realiza teniendo en cuenta el alcance de las emisiones (toneladas equivalentes de C02) provenientes de fuentes propias de la administración portuaria (sus edificios, el consumo de su parque móvil o de la maquinaria de su propiedad, entre otros) y de las controladas por la entidad (como las asociadas al consumo eléctrico del alumbrado de los viales portuarios), todo ello según las directrices de la calculadora de medición de huella de carbono del Miterd.
El sello "Calculo y Reduzco" se otorga a las organizaciones que calculan y registran su huella de carbono durante un mínimo de cuatro años, cuentan con un plan para la disminución de sus emisiones y hacen efectivo su compromiso de reducción.
Entre las iniciativas presentadas por la Autoridad Portuaria en el período 2021-2022 están la renovación de parte de su flota de vehículos oficiales por vehículos eléctricos; la instalación de placas fotovoltaicas en sus edificios para autoconsumo; la instalación de marquesinas autosuficientes mediante energía circular; y el cambio de compañía suministradora de electricidad con el objetivo de que el origen de la misma sea 100% renovable.