¿Cómo calificaría el actual nivel de competencia en la prestación de servicios en los puertos españoles?
En términos generales, y en comparación con otros países, considero que nuestro sistema portuario se distingue por ofrecer servicios de calidad que aportan seguridad al sector a costes razonables. Por supuesto, siempre hay margen para mejorar, y tanto el sector privado como el público están trabajando en esa dirección. En eso no podemos desfallecer nunca.
Desde Puertos del Estado podemos seguir contribuyendo de diversas maneras, como mediante la elaboración de pliegos tipo e informes, la realización de estudios o guías de buenas prácticas, y reforzando el trabajo del Observatorio del Mercado de Servicios Portuarios.
¿Cómo calificaría esta cuestión, por ejemplo, en el ámbito concreto del servicio de remolque?
De manera similar, pienso que el servicio de remolque en España se caracteriza por su alta calidad.
Desde el sector público tenemos que seguir trabajando, como se hace hasta ahora, para garantizar que los puertos cuenten con unos medios materiales y humanos de primer nivel, que proporcionen la necesaria seguridad para las operaciones marítimas y portuarias, en condiciones estables y de igualdad entre empresas prestatarias, sujetas a los correspondientes pliegos y licencias, con unas tarifas máximas que permitan compatibilizar la razonable rentabilidad de las empresas y su estabilidad económica financiera, con la siempre necesaria mejora de la competitividad de los puertos. Además, podemos facilitar que se puedan llegar a acuerdos comerciales atractivos entre prestadores y sus clientes.
¿Y cómo evalúa el servicio de estiba?
Nuestro sistema portuario cuenta con empresas prestadoras de primer nivel, con terminales que destacan mundialmente en productividad, inversiones, sostenibilidad y eficiencia. También disponemos de trabajadores especializados cada vez más formados, con menos conflictividad laboral y mayor estabilidad jurídica que en el pasado. Sin embargo, afrontamos grandes retos. La integración vertical y horizontal en la cadena logística por parte de empresas terminalistas, la digitalización, la automatización y la evolución del marco regulatorio internacional marcarán el futuro del sector. Asimismo, es fundamental adaptar las infraestructuras y equipos a nuevos requerimientos.
Es importante tener en cuenta que el servicio de manipulación de mercancías varía significativamente según el tipo de tráfico: contenedores, vehículos o graneles. En los próximos meses, sería conveniente que todos los agentes implicados trabajáramos para ajustar nuestras estrategias a las especificidades de cada caso.