Por su parte, los graneles líquidos registraron un descenso del 13,6%, marcado sobre todo por la bajada del crudo de petróleo, y los sólidos bajaron un 33,3% debido, principalmente, a la disminución del tráfico de carbón y coque por el cambio de estrategia europea para contribuir a la lucha contra el cambio climático para reducir las emisiones de CO2. El tráfico de contenedores siguió siendo una asignatura pendiente para el Port, manteniéndose en cifras similares a las del año anterior, con 43.787 TEUs. Asimismo, el tráfico de la pasta de papel obtuvo resultados similares a 2019 y el tráfico de animales vivos pasó de las 239.182 cabezas de ganado, a las 292.617 en el último año.
El objetivo de este año es, por lo tanto, la recuperación de tráficos.