Inmerso en el desarrollo de su IV Plan Estratégico 2022-2025, Port de Barcelona mira hacia el futuro con dos horizontes claramente diferenciados. El primero es un horizonte a corto plazo, con un conjunto de objetivos y proyectos para el periodo más próximo 2022-2025. El segundo es una visión a largo plazo, hasta el 2040, que dibuja los escenarios de futuro más plausibles y señala las líneas de actuación necesarias para orientar la actuación de la Comunidad Logística-Portuaria y garantizar su posicionamiento competitivo en los escenarios más deseados.
De este modo, se mantiene fiel a su misión como dinamizador de la actividad económica del territorio y de su hinterlad y, desde una situación geográfica estratégica, actúa como aliado de las empresas y las apoya en su camino hacia la internacionalización.
Todo ello, con la mirada puesta en la innovación y la sostenibilidad que son los pilares fundamentales en los que basa su estrategia el enclave catalán, reforzando, aún más si cabe, su relación con la ciudad de Barcelona.