SANTA CRUZ DE TENERIFE. El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, ha presentado hoy al Consejo de Administración del organismo portuario los trabajos realizados por la entidad que preside para llevar la Terminal de Cruceros y Tráfico Interinsular, incluida en el proyecto de Muelle de Enlace de Herzog & De Meuron, a la convocatoria de fondos de financiación europeos y facilitar en parte su ejecución.
Concretamente, se ha analizado el proyecto original del gabinete de arquitectos suizos, que data de 1998, planteándose una reducción de costes del edificio y una eliminación de espacios y usos que hoy en día no tienen mucho sentido. Todo ello, intentando respetar la fisonomía y la funcionalidad puerto-ciudad de estas futuras construcciones pero con el objetivo claro de dar viabilidad a su ejecución.
En este sentido, Carlos González ha adelantado que “de los 82,5 millones de euros que supondría la ejecución del proyecto original de Muelle de Enlace, los cambios de diseño aplicados, siempre respetando la idea primogénita, han permitido reducir los costes en más de 22 millones de euros con lo que su presupuesto actual de ejecución es de 60 millones de euros”.
Siempre con la materialización de este importante proyecto como meta, Puertos de Tenerife trabaja ya para conseguir financiación europea y costear en parte su ejecución. Es por ello que presentará el proyecto con las modificaciones aplicadas a la convocatoria de fondos Hubs Multimodal Passenger del Mecanismo Conectar Europa (CEF).Y es que si bien en los últimos veinte años su ejecución se ha venido planteando únicamente mediante iniciativa privada, hay una serie de condicionantes que hacen inviable encontrar inversores que acometan la obra en su totalidad.
Entre ellos se encuentran parámetros de diseño poco racionales y la necesaria adaptación a los cambios en las necesidades y requisitos de los servicios portuarios a los que se debe someter el proyecto.
Entre las deficiencias eliminadas se encuentran zonas de aparcamiento previstas por debajo del nivel del mar, excesivas superficies para oficinas e insuficiente aprovechamiento del espacio interior. Todo ello sumado a que en los más de veinte años que han pasado desde que se presentó el diseño original, las empresas de servicios portuarios se han convertido en empresas muy especializadas que raramente se interesan por explotar de manera conjunta servicios al pasaje, restauración comercial y oficinas, siendo esta la idea inicial bajo la que se planteó el proyecto.
Carlos González ha recordado que “tradicionalmente esta última fase se venía planteando en la Autoridad Portuaria como una inversión privada, a pesar de ser la de más difícil ejecución, y por tanto nunca contemplada en los presupuestos. Para optar a los Fondos Europa nos exige que el proyecto esté incluido en nuestro Plan de Empresa, trámite que ya solventamos este verano con Puertos del Estado, si bien siempre supeditado a la obtención de financiación externa”.